El pasado 25 de junio, La Voz de Almería organizó el I Foro ‘Ideas que suman’ al que fueron llamadas a a participar seis mujeres destacables en sus respectivos ámbitos profesionales. En varios casos, se trataba de mujeres que habían accedido a puestos de liderazgo en los que aún no existía un precedente femenino, como por ejemplo Mercedes Aranda, que en 2019 se convirtió en la directora general de entonces división de Operaciones y Tecnología de Cajamar, siendo así la primera mujer en acceder al rango de directora general en la estructura de Servicios Centrales de la entidad financiera.
Responsabilidad
“La primera sensación que tuve fue de que estaba asumiendo una gran responsabilidad. Me enfrentaba a nuevos retos y me di cuenta de lo que significaba mi desempeño como directora general dentro de la entidad”, cuenta la directora. “Luego me di cuenta, por mis compañeras, de la visibilidad que le estaba dando a las mujeres en este sentido. A través de ellas comprendí lo importante que era esto, porque observé la trascendencia que le otorgaban a este ascenso”, añade.
No es de extrañar que la primera impresión de Mercedes Aranda sobre su nuevo puesto se centrara en los desafíos que este le deparaba, porque como bien explica ella misma, el ascenso se llevó a cabo de una forma muy natural.
“Mi carrera ha sido muy coherente para llegar a este puesto. Iba desempeñando labores en puestos diferentes que me han llevado a donde estoy hoy en día. Por eso digo que alcanzar este ascenso fue algo muy natural y lógico, y que de ningún modo se llevó a cabo de una forma forzada”, cuenta Mercedes Aranda.
Tiempos
En este sentido, igual de lógico le parece que todavía no haya muchas mujeres que ocupen cargos de alta dirección, puesto que la incorporación de mujeres en ciertos ámbitos es aún muy reciente. “Yo siempre digo que es una cuestión de tiempos y creo que son las empresas las que deben acelerarlos un poco para alcanzar este equilibrio que estamos buscando en estos momentos. Por ello, confío en que algún día, la incorporación de mujeres en puestos de liderazgo deje de ser noticia”, observa la directora general.
“Antes había menos mujeres que accedían a puestos directivos porque les costaba asumir funciones y responsabilidadesde las vacantes, sobre todo si chocaban con su vida personal”, recuerda, y es por ello que considera que las empresas han de ir un paso por delante de las instituciones en cuanto a implantación de planes de igualdad y para contribuir a facilitar la equidad en el hogar.
Equidad
“Cuando hay equidad en la casa, las mujeres pueden llegar a cubrir estos puestos de responsabilidad, porque a veces son ellas mismas las que renuncian a estas vacantes porque no pueden asumir esas responsabilidades ni responder a los niveles de exigencias. Y es que, hay que tener en cuenta que en una misma cabeza están los objetivos que hay que alcanzar en el trabajo, pero también las clases particulares de los niños, sus necesidades y problemas”. cuenta.
Del mismo modo, Mercedes Aranda considera importante precisar que en Cajamar las exigencias de determinados puestos directivos son muy altas. “Para acceder al desempeño de puestos de responsabilidad hay que ser el mejor, da igual si eres hombre o mujer”, señala.
Oportunidades
Es por ello que cree imprescindible crear las condiciones que otorguen igualdad de oportunidades a hombres y mujeres, si bien es cierto que las mujeres todavía necesitan un pequeño empujón según su parecer. “Hay cosas que tienen que ir ayudando a cambiar la costumbre. Por eso hablo de ese empujón que al final no se traduce en más que realizar una búsqueda más exhaustiva que incorpore perfiles femeninos a la hora de cubrir una vacante. Porque uno propone a personas que se encuentran más cercanas a su círculo habitual, y quizás en el entrono profesional de un hombre haya más hombres que mujeres. Solo se trata de ir un poco más allá de ese círculo inmediato y verificar si existen perfiles femeninos, pero eso sí, sólo se habrá de contar con ellas siempre y cuando cumplan los requisitos exigidos para el puesto”, explica Mercedes Aranda.
Apoyo
Con estas afirmaciones la directora general además pretende dar a entender que los hombres y las mujeres no son dos bandos que deban estar enfrentados, sino trabajar en conjunto. “Una empresa o institución que rechaza el talento femenino está renunciando al 50 % de talento, y desde la otra parte ¿cómo se va a permitir renunciar al 50 % que aportan los hombres? Sin nuestros compañeros esto no sería posible. En mi caso, quiero tener siempre a los hombres a mi lado, porque, al final, han sido ellos los que me han apoyado a mí, han confiado en mí y me han promocionado. No podemos evitar una discriminación para caer en otra”, concluye.
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