El lince ibérico que ha recorrido la provincia de Almería (y ha vivido aquí)

Troncho llegó a Almería por Fiñana, estuvo en la capital y recorrió todo el Levante

A la izquierda, Troncho en el día de su liberación; a la derecha, un mapa con su recorrido por Almería.
A la izquierda, Troncho en el día de su liberación; a la derecha, un mapa con su recorrido por Almería. La Voz
Álvaro Hernández
19:18 • 14 jul. 2024

Almería no es tierra de linces ibéricos. O, al menos, no lo era. Acostumbrados a que la salvación de esta especie haya estado centrada en el Parque Nacional de Doñana y su entorno, en esta provincia se antoja extraño que haya algún ejemplar de este animal que ha pasado recientemente de estar "en peligro de extinción" a ser "vulnerable". 



No obstante, había alguna evidencia del paso de linces ibéricos por aquí. Así, hace unos meses fue vista una hembra en Los Vélez y, anteriormente, se conoció el atropello de un ejemplar en Vélez Rubio y el de otro prácticamente en Almería capital, en las proximidades del PITA. ¿Pero es que hay lince ibéricos en Almería? Efectivamente, no solo hay, sino que viven entre nosotros. 



Al menos, uno de ellos se ha recorrido la provincia de Almería de punta a punta, llegando a pasar épocas residiendo aquí. Todo, gracias a que Almería se ha convertido en un corredor entre dos zonas de reintroducción de linces ibéricos: la granadina Sierra Arana y Lorca. Gracias a eso y, claro está, a un aventurero lince ibérico que, tras ser liberado en Sierra Arana y rondar por esa zona, se atrevió a iniciar una expedición que le ha llevado hasta la provincia de Albacete, recorriendo para ello Almería.



Su nombre es Troncho y accedió a nuestra provincia por un área cercana a Fiñana. Pero no se quedó ahí. A los pocos días, se desplazó hasta la Sierra de Gádor, donde permaneció casi un año. 



Recorriendo sus estribaciones, Troncho llegó a estar incluso en el término municipal de Almería capital , zona que rondó un tiempo hasta poner rumbo hacia el Levante almeriense. Así, cruzando los Campos de Níjar, llegó hasta Mojácar, siguiendo luego un recorrido paralelo a la A-7 que le llevó a cruzar el límite regional por Puerto Lumbreras, llegar a Lorca y continuar su viaje por Murcia: siguió su camino hasta Sierra Espuña y, después de más de un año de viaje, se ha encontrado en Campos de Hellín, la nueva zona de reintroducción de Castilla-La Mancha.



Un antes y un después



Más allá de lo anecdótico de tener a un lince ibérico conviviendo en Almería y recorrido la provincia para desplazarse a otro lugar, lo cierto es que desde la Junta de Andalucía señalan que el viaje de Troncho ha marcado un auténtico hito en la conservación y supervivencia de los linces ibéricos. No en vano, este ejemplar ha abierto una nueva ruta por el Levante.



Tal y como ha explicado el director general de Política Forestal y Biodiversidad, Juan Ramón Pérez, "la estrecha y fluida coordinación entre los socios del proyecto LIFE Lynxconnect en Murcia y Castilla-La Mancha, la colaboración con los técnicos y agentes medioambientales de estas comunidades, así como el acceso a la visualización de la plataforma del collar GPS han permitido el control y seguimiento de 'Troncho' desde el momento de su liberación".


En este sentido, el director general ha destacado que "la información obtenida de estos desplazamientos de ejemplares confirma que la estrategia del proyecto europeo es realista, ayuda al equipo a diseñar nuevas áreas para potenciar esta conectividad y además se puede utilizar para rentabilizar las inversiones enfocadas a las mejoras de hábitat y desfragmentación, con el objetivo de conectar las poblaciones".


Pérez ha indicado que "los datos obtenidos evidencian, entre otras cosas, que algunos ejemplares de lince ibérico son capaces de realizar desplazamientos superiores a los 25 kilómetros en una misma jornada, lo que acredita que la conexión entre las actuales áreas de reintroducción es posible; así como la capacidad de supervivencia, alternado en sus desplazamientos a zonas con distintas densidades de conejo de monte, aunque esta última circunstancia puede considerarse excepcional, puesto que en una zona con escasez de conejos no sería posible mantener en ellas poblaciones estables y reproductoras de la especie".


Este no sería el único caso de desplazamientos de larga distancia de ejemplares, puesto que ya se confirmaron otros entre dos países, en concreto, de los linces 'Caribou' en 2010, 'Hongo' en 2013, 'Kahn' y 'Kentaro' en 2015 y 'Litio' en 2016. De hecho, la dispersión de jóvenes machos linces antes de estabilizar territorios con condiciones adecuadas de alimento y presencia de congéneres es un fenómeno común.


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