El Andarax, un cauce fluvial convertido en vertedero

El Ayuntamiento anuncia medidas de vigilancia para multar a los que depositen basura en el río

Tanto el cauce del río Andarax como otros lugares de la provincia se han convertido en basureros ilegales.
Tanto el cauce del río Andarax como otros lugares de la provincia se han convertido en basureros ilegales. La Voz
Elena Ortuño
20:12 • 04 oct. 2024

Desde mobiliario y basura del sector de la construcción hasta plásticos, residuos de la actividad agrícola o, incluso, restos de animales muertos: este es el paisaje que se extiende a lo largo y ancho del cauce fluvial del Andarax, desde el Puche hasta Pechina. Se trata de un vertedero improvisado cuyo contenido podría acabar en el mar con la llegada de una riada; más de dos kilómetros de basura con los que los almerienses conviven en el Bajo Andarax.



Una práctica incívica



Los vecinos de la zona denuncian que más de una vez han sido testigos de personas que llegaban en furgonetas llenas de desechos con el objetivo de depositarlos en el Andarax. Así lo atestigua también el Ayuntamiento de Almería, que afirma haber “pillado” a varios grupos ‘in fraganti’: “agricultores tirando cajas de tomates, particulares... a todos les hemos puesto una multa importante que crecerá si reinciden”, asegura Antonio Urdiales, concejal delegado de sostenibilidad medioambiental y energética en Almería.



El incivismo es el grave problema al que se enfrenta la provincia, no solo en el área del río, sino también en Adra, El Ejido o en los campos de Níjar. Es una enfermedad medioambiental que ocurre por toda Andalucía y que se hace más evidente en Almería debido a los plásticos derivados de la agricultura.



“La cara B de la provincia queda descuidada porque el río Andarax es pasto de personas irrespetuosas que tiran neveras, muebles y plásticos allí en lugar de llevarlos a puntos limpios”, denuncia Juan Cumbres, un vecino de Huércal de Almería que mira con preocupación el panorama: “Yo a veces salgo a pasear con mi perro. Lo llevo suelto y me da miedo que se acerque a algún animal muerto y provoque una situación de insalubridad”, lamenta.



Gestión de residuos



Urdiales asegura que en lo que llevamos de año el Ayuntamiento de Almería ha recogido en torno a 1000 toneladas de residuos de los entornos naturales almerienses. Sin embargo, también reconoce que no dan a basto: “Si desvío recursos para limpiar el Andarax, tendría que retirarlos de la limpieza de otros lugares”. 



La solución pasa por una mayor vigilancia del entorno, para lo que desde la institución están reuniéndose con diferentes entidades, como la Junta de Andalucía y el SEPRONA, con el objetivo, ya no de realizar limpiezas continuas, sino de evitar que se deposite la basura en un primer momento. 


“Queremos instalar cámaras o controlar el acceso al río: que no se pueda ir por los caminos que lo ladean, sino solo por los que lo cruzan. Quizás reforcemos también la vigilancia con más policías”, enumera Urdiales. El concejal sabe que acudir a dicho entorno natural es la manera más barata de deshacerse de la basura, por lo que también se plantea instalar un sistema de trazabilidad del plástico para que la gestión de desechos se pague por adelantado. Para finalizar, señala que en un futuro le gustaría acordar con el delegado territorial de sostenibilidad para realizar un 'barrido cero' de residuos en el campo almeriense, como se ha planteado ya en alguna ocasión.


Un delito medioambiental

El Código Penal establece que el depósito de desechos o residuos -que puedan perjudicar el equilibrio de los sistemas naturales o la salud de las personas- es un delito penado con un máximo de dos años de cárcel, una multa de diez a catorce meses e inhabilitación. La gravedad del delito se intensifica en este caso por tratarse de cauces de ríos que puedan provocar riadas o accidentes.


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