Una semana después de la mayor DANA que ha vivido nuestro país en más de un siglo, mientras se siguen limpiando las calles y buscando a los desaparecidos, al mismo tiempo que los políticos se cruzan responsabilidades, es quizá el momento hacer cambios no solo en los sistemas de alertas, sino en la propia cultura de autoprotección de los ciudadanos que actualmente es prácticamente nula.
Es cierto que tras todo lo ocurrido en Valencia, Albacete, Jerez o Cataluña, hubo pocos almerienses que recibieran en sus móviles el mensaje de la alerta roja el pasado domingo y que decidieran continuar con su vida normal desafiando a los elementos. Alguno hay, seguro. Pero también es verdad que, como ocurrió tras la DANA de 2019 o el terremoto de Lorca de 2011, tras el miedo inicial las costumbres y rutinas vuelven y con ello la ‘normalización’ de las alertas meteorológicas.
Preparación
La necesidad de cambiar estos comportamientos es algo que los expertos llevan años señalando. Y es que hay zonas que están señaladas para sufrir estos fenómenos meteorológicos de forma más habitual al igual que hay poblaciones con mayor riesgo sísmico.
En ambos casos se recomienda a los ciudadanos que tengan preparada la ‘mochila de emergencia o de las 72 horas’. Diferentes nombres para lo mismo, una mochila con todo lo necesario para poder subsistir en caso catástrofe de forma autónoma. Esto que para nosotros es tan extraño, es algo muy normal en zonas en las que el riesgo de hucaranes, terremotos, etc, son muy habituales en Estados Unidos o en los países sudamericanos.
¿Qué debe tener?
Hay varias 'recetas' para la composición de estas mochilas ya que estas deberán adaptarse al número de miembros de la familia y las edades de los mismos. A pesar de esto hay elementos que se consideran básicos:
- Documentación: Dentro de una bolsa impermeable se debe guardar una copia de todos los documentos importantes: DNI, carné de conducir, tarjeta sanitaria... Además, de una copia de las llaves de tu casa y una lista de contactos de emergencia con sus números de teléfono.
- Alimentación y bebida: Llevar alimentos deshidratados que pesan poco, barritas de cereales o energéticas, pastillas potabilizadoras de agua, botella de agua mineral.
- Iluminación y comunicación: Una radio a pilas que permita mantenerte informado, una linterna a pilas, pilas de recambio, fósforos y velas.
- Abrigo: Un juego de ropa de abrigo y una muda interior (que pese poco, preferentemente), una manta delgada. Si puedes incluir algún elemento reflectante, será bueno por si te pierdes.
- Botiquín: Una pequeña bolsa para poder curar pequeñas heridas y medicinas prescritas para los miembros de la casa. Se recomienda llevar gel hidroalcohólico y mascarilla.
- Silbato: Servirá en caso de quedar aislado para poder ser localizado.
- Otros elementos recomendables: Se recomienda llevar algunas herramientas (navaja suiza); algo de dinero; papel o toallitas; artículos de higiene personal.
Cierto es que esta sería una mochila bien equipada y que hay que tener en cuenta algunos cambios si hay bebés en casa, o personas mayores, ya que la atención que ellos necesitan obligan a incluir otros elementos básicos para ellos.
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