Muere Nacho Para, músico y antiguo periodista de La Voz de Almería

Ignacio Para Cervantes, periodista/músico almeriense, ha fallecido la pasada noche en Cartagena a la edad de 61 años. Hijo de maestra de escuela, Nacho Para estudió en La Salle y después Periodismo en la Universidad Complutense de Madrid. Perteneció a la redacción de La Voz de Almería a finales de los años 80 coincidiendo como redactor vinculado al área de Cultura con directores como Carlos Santos, Francisco Pérez y Pedro M. De la Cruz. Nacho Para escribió mucho y bien a través de sus crónicas de música, libros y cine y fue un analista de la realidad cotidiana almeriense a través de una columna titulada 'Con el Almahería'. Después marchó a trabajar fuera de su tierra para otras cabeceras, entre otras la del Periódico de Catalunya, del Grupo Zeta, donde se especializó en grandes reportajes. Nacho era un periodista de vocación, de talento, un periodista centrífugo que acudía, antes de la era de Internet, al lugar de los hechos, de los personajes, de las historias, con su libreta y su bolígrafo Bic, a la manera del mejor Leguineche o Torbado. No iba, Nacho, a la búsqueda del exterminio de leones en Africa o a la China comunista de Mao, no. Nacho era de historias sencillas y directas, historias más cercanas, pero que podían ser tan universales como las de Stendhal.  Después, Nacho, quizá algo desencantado con la escritura, a pesar de que tenía una prosa caudalosa y mucho aún por contar, colgó el cuaderno de un alambre y se puso una guitarra en el hombro. Y se dedicó a componer música y a cimentar un grupo como la Bantastic Fand con el que solía recorrer el sur de esta Península vieja, incluida su Almería del alma. Se ha ido un buen periodista, un aseado escritor que quiso militar en la madurez de su vida más como músico que como juglar, porque no se conformó con que la letra que armaba no tuviera sonido. Se marchó a Cartagena, Nacho, a Cartago Nova, lejos y cerca de Almería. Porque Nacho era, como Aníbal Barca, un poco púnico, un poco aventurero, un poco conquistador. Un conquistador de espacios y de sentimiento, un contador de historias en prosa, en verso o con los trastes de su guitarra. Se ha ido demasiado pronto este Nacho Para, un periodista, un músico, un hombre al que nunca le gustaba parar a pesar del imperativo de su apellido paterno. Descanse en paz.