Almería con el alma-hería

Había un luminoso gacetillero en la Almería de los 80 que se llamaba (se sigue llamando que yo sepa) Nacho Para. Un día, asaltado de pensamientos existenciales, decidió desatender la escritura para dedicarse al cancionero. Y no sabemos si ha perdido más el cada vez más precocinado periodismo local- donde los gabineteros superan en número a los plumillas- que lo que ha ganado la música que tañe con sus cofrades de la Bantastic Fand. Uno de sus columnarios más celebrados, cito de memoria, se llamaba ‘Con el Alma-Hería’. Yo lo aguardaba con devoción franciscana todos los jueves en la biblioteca de la Facultad. 

Me viene el recuerdo de Nacho,  ahora con el pelo más blanco que cuando escribía, por el anuncio /trampantojo de esta semana de Renfe aullando como si fuera un triunfo de copas en la baraja: “Almerienses, alegraos, ponemos a vuestra disposición un tren desde Barcelona hasta la Intermodal en nueve horas de viaje por el módico precio de 150 euros” (ahora se tardan 12 horas y vale 80 euros). Es decir que el viajero parte de Sants a las 8,30 y llega a la Plaza Manuel Fraga a las seis de la tarde, como en los mejores tiempos del Nodo, o peor. El catalán/almeriense que saque un billete para este trayecto tiene una entrevista en Andalucía Directo con Mar Gutiérrez. Hasta 2011 hubo un tren directo que se llamaba El catalán, recuerda Simón Ruiz, a través de la estación de Linares, pero ya se perdió. Y hasta 1984 se podía llegar a Barcelona en seis horas o siete horas desde Zurgena con una fiambrera en las rodillas y un libro en la mano. Almería es el único territorio de Europa que -caminando para atrás como los clancos- dispone de menos trenes que hace 50 años. Ese anuncio de nuestros amigos de Renfe, que deben de pensar que los almerienses vamos aún al parvulario, que nos retrotrae al aroma de los mejores momentos de Gila, tiene su reflejo estelar en la tira cómica (búsquenla en Google) que ayer publicó en este tabloide Miguel Arranz- quien es a Almería lo que El Roto a Madrid- en la que compara el ambiente de un Consejo de Renfe al de un tardeo de sábado en la circunvalación del Mercado. Mejor no sigo.