“Nos obligó a irnos”: la familia de Múgica responde al hospital de Santander

El caso de Felipe Múgica, un paciente cántabro, residente en Almería que sufrió una rotura del cuádriceps durante su estancia en Santander, ha desatado una controversia entre el Hospital Universitario Marqués de Valdecilla y la familia del afectado. Mientras el hospital defiende su actuación, asegurando que el paciente recibió la atención necesaria y que su decisión de abandonar el centro fue voluntaria, la familia cuestiona la falta de una intervención quirúrgica urgente y denuncia una imposición en su salida.

El hospital explicó que el paciente manifestó su preocupación por la urgencia de la operación, ya que debía regresar a Almería antes del 26 de diciembre. Sin embargo, tras evaluar la situación y considerando las festividades navideñas, no fue posible garantizar que la intervención se realizara antes de esa fecha. A pesar de ello, el hospital subraya que nunca se le negó atención médica, y que se le ofreció la posibilidad de recibir tratamiento en un plazo más flexible. El Hospital Universitario Marqués de Valdecilla asegura que el paciente decidió marcharse de forma voluntaria, tras ser informado sobre las alternativas para su tratamiento. A pesar de ello, el centro facilitó su salida con el apoyo de una silla de ruedas y no consideró necesario un traslado en vehículo sanitario especializado.

En cambio, la familia del paciente, Felipe Múgica, señala que no fue una decisión completamente libre, es más especifican que “no se pidió el alta voluntaria, sino que se nos obligó a marcharnos”,  ya que, debido a la imposibilidad de realizar la intervención dentro del plazo recomendado, se sintieron presionados a abandonar el hospital.

Traslado  El centro médico cántabro también explicó que el paciente recibió toda la asistencia posible al momento de su salida, incluyendo el uso de una silla de ruedas hasta la entrada del centro. Asimismo, trasladó a Múgica que si éste decidía viajar en avión sería seguro para su lesión. Sin embargo, la versión de la familia subraya que esta ayuda resultó insuficiente. Ante la falta de ambulancias disponibles, se vieron obligados a gestionar por su cuenta un taxi adaptado para regresar a Almería, lo que añadió un nivel de incomodidad y estrés a una situación ya de por sí delicada.