Aeropuerto: el reto de la Guardia Civil a ras de suelo

Los agentes persiguen el contrabando y controlan divisas, impuestos y alimentos prohibidos

Agentes de la Guardia Civil controlan la recogida de equipajes de un vuelo llegado de Barcelona al A
Agentes de la Guardia Civil controlan la recogida de equipajes de un vuelo llegado de Barcelona al A
Javier Pajarón
21:01 • 31 may. 2014

Una bolsa de pescado seco en polvo, dos kilos de lengua de pato, un roedor de pelo gris oscuro y bolsas completas de raíces y tubérculos tropicales cubiertos de una fina capa de arena negra. Los ingredientes de la exótica nevera no llegarán nunca a las mesas almerienses. Pertenecen a la lista de productos de alimentación decomisados por el Servicio Fiscal de la Guardia Civil en el Aeropuerto de Almería, encargado del control de todas las mercancías descargadas en el aeródromo de la Cañada.




La Comandancia de Almería dispone de dos dependencias en el Aeropuerto, unas oficinas en un espacio restringido en el exterior y una sala en la zona de recogida de equipajes junto a las famosas cintas giratorias, en la Terminal de Salidas. Mientras la Policía Nacional se ocupa esencialmente de la seguridad del recinto y el control de los pasajeros, la Guardia Civil realiza funciones de control aduanero, control de divisas y lucha contra el contrabando, incluido el tráfico de drogas. Y la exigencia es importante porque, aunque se trata de un aeropuerto pequeño en comparación a los recursos de otras ciudades, sólo el año pasado registró 705.000 pasajeros y 10.500 movimientos de aeronaves con una carga de 12,2 toneladas.




Según explican responsables del Instituto Armado, el trabajo está influido por el origen de los vuelos. Aquellos que provienen del Espacio Schengen (etiqueta blanca) llegan con unos controles de seguridad muy exhaustivos y las posibilidades de encontrar irregularidades son pequeñas. A menudo, además, han realizado antes una escala en otras ciudades españolas como Madrid o Barcelona. En cambio, las aeronaves provenientes de países terceros requieren un esfuerzo mayor. "Somos la frontera de Europa y tenemos que realizar unos controles para evitar el contrabando y también la entrada de alimentos como lácteos o carnes", señala un responsable de la Benemérita en el Aeropuerto de Almería.




En este apartado se incluyen grandes aviones con origen extracomunitario y, por ejemplo, ciertas aeronaves de riesgo como las avionetas llegadas del norte de África (incluida la ciudad de Melilla). "Realizamos un briefing sobre la avioneta, su origen y su destino, y hacemos un control sobre mercancía".




De este modo, en los últimos años se han encontrado pequeños alijos de hachís y cocaína, así como productos de alimentación prohibidos, cajetillas de tabaco de contrabando y grandes cantidades de divisas no declaradas.

Divisas
Y este último frente es particularmente activo. Las divisas, los impuestos especiales y las devoluciones de IVA constituyen parte del trabajo oscuro del Servicio Fiscal de la Guardia Civil. En materia de divisas la normativa impide la entrada en España de importes en efectivo superiores a los 10.000 euros sin declarar y también el movimiento en territorio nacional de 100.000 euros en efectivo.




Los agentes realizan controles frecuentes y recuerdan la entrada de ciudadanos con enormes cantidades de dinero en metálico destinados a las inversiones sospechosas en la provincia. En febrero, por ejemplo, la Benemérita decomisó 140.000 euros en el maletero de un turismo de gama alta en Vélez Rubio.




Divisas, impuestos, tabaco, cocaína, alimentos prohibidos, equipajes sospechosos, avionetas, grandes aeronaves. Aeropuerto de Almería. Un reto para la Guardia Civil a ras de suelo.





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