Varios fardos de hachís aparecen repartidos por la costa

No es la primera vez que sucede. El pasado verano ya ocurría en la playa de la térmica de la capital. Ayer domingo por la tarde, para sorpresa de muchos bañistas, a la altura del hotel Meliá Barceló, junto al antiguo cuartelillo de la Guardia Civil de Retamar, aparecieron varios fardos de droga (concretamente hachís) que sacó el oleaje hasta la orilla.
Cuando comprobaron que podía tratarse de estupefacientes, bañistas telefonearon a la Guardia Civil, que tuvo que recoger en varios puntos más de la costa fardos de idénticas características, cubiertos con material impermeable y en su interior envueltos con material plástico.
Fuentes de la Guardia Civil, sin embargo, solo confirmaban haber recogido un fardo en la bocana del puerto de Almería y que podría haber otro en la zona de Cabo de Gata.
En lo tocante al peso del fardo encontrado en el puerto de la capital, su peso estimado es de entre 25 y 30 kilos de hachís.Según esta misma fuente, los datos oficiales no se conocerán hasta hoy.

La historia se repite El pasado mes de marzo la Policía Nacional de Almería investiga el origen de un pequeño al©¦o de hachís descubierto accidentalmente en la desembocadura del Río Andarax. Un vecino de la capital alertó del hallazgo de una veintena de paquetes de droga situados en la orilla misma de la playa.
En 2012, a sólo unos metros de la orilla, cubierto de goma y plástico, unfardo de hachís quedaba atrapadoentre las rocas del espigón de la playa de El Palmeral, frente al Auditorio Maestro Padilla de la
capital. En su interior se escondían 50 kilos de resina de cannabis.
Un par de meses antes, en julio, bañistas de El Zapillo daban la voz de alarma. La Policía Nacional requirió entonces el apoyo de la Guardia Civil para explorar el litoral y cerciorarse de que no había más droga hundida en las inmediaciones.
En aquella ocasión se recuperaron unos 20 kilos de resina de cannabis en el agua y otros 14 en una furgoneta de un varón que, como en el caso anterio aprovechó el descubrimiento para apoderarse presuntamente de parte del cargamento.
Los días de oleaje son propicios para sacar a la orilla la droga hundida en el mar.