Agentes de la Guardia Civil pertenecientes al cuartel de Huércal de Almería cierran una importante operación contra el tráfico de cocaína en la provincia. Un control de carretera en la A7, con participación de un can del Servicio Cinológico, se saldó el pasado miércoles con la detención de un vecino del municipio de Vícar y el hallazgo de un alijo de medio kilo de cocaína.
La droga estaba oculta en el hueco de la rueda de repuesto de un turismo, un Kia Sorrento. A la espera de los análisis de toxicidad y pureza, el alijo podría alcanzar unos 15.000 euros en el mercado clandestino, según las valoraciones del Plan Nacional sobre Drogas.
El descubrimiento de la mercancía se produjo gracias a una combinación entre la destreza de los agentes y el nerviosismo del conductor. Se trata de un vecino de Vícar identificado con las iniciales T. H. S. V., de 43 años de edad, según indican fuentes oficiales de la Comandancia de Almería. Cuando el vehículo se aproximó al control de carretera montado en la autovía por el Instituto Armado, el conductor realizó una maniobra sospechosa.
Plástico y prensado T. H. S. V. estaba muy nervioso. Los agentes detectaron rápidamente la situación y apartaron el vehículo para una inspección más minuciosa. Un perro llamado Monty, perteneciente al Servicio Cinológico de la Benemérita, comenzó a rastrear el turismo.
Su entrenamiento permite a la Guardia Civil acelerar las labores de búsqueda, ser más eficientes en la localización de los alijos y minimizar las molestias para los conductores que no ocultan nada. En este caso, el olfato de Monty dio la voz de alarma. El perro marcó el lugar exacto. No había dudas. La droga estaba en el maletero, en un paquete de plástico prensado y oculto en el hueco de la rueda de repuesto.
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