“Hay gente que está abandonando los estudios por falta de recursos”

Menos de veinticuatro horas después  del acto de toma de posesión, el Rector descuenta ya las horas para ponerse a la tarea. Se ha retrasado la investidura y hay cuestiones que urgen. Es casi su único lamento.

Pedía en su discurso “retener el talento”.

Sí, y aludía a un problema generalizado en la universidad española. Normalmente, un buen estudiante sigue con el doctorado y la tesis. Hace veinte años tenía muchas posibilidades de quedarse en un departamento o en un centro de investigación. Ahora se acaba la beca y, en el mejor caso, se va fuera de España. 

Tendría que haber unas garantías mínimas para ilusionar. Si no, pasa lo que en Matemáticas, que casi no hay doctorandos.

¿Es cara la universidad?

Sí, claro que es cara. El estudiante apenas paga un diez por ciento de lo que cuesta su formación. Otra cosa es que hay estudiantes a los que les cuesta pagar esas tasas. 

Hay países, como Alemania, donde es gratuita y otros, como Inglaterra, donde es más cara. 

En todo caso, lo triste es que hay gente que está abandonando los estudios por falta de recursos. 

¿No lo resuelve el sistema de becas?

Tiene carencias, lo dije en la investidura. Hacen falta más. Ahora sólo los muy buenos expedientes y las familias con ingresos muy bajos la tienen garantizada. 

Habría que bajar las exigencias. Para las capas medias es muy difícil. Por dar un ejemplo, con lo que gana un profesor es imposible alcanzar una beca, y su sueldo, que está por encima de la media, puede soportar a un hijo estudiando fuera, pero no a dos. Son mil euros al mes por hijo.

¿Y no va a empeorar la situación con la reforma de Wert? A carreras más cortas, más maestrías.

Va a depender de la política que se haga con el precios de los masters. El viernes el consejero nos dio una buena noticia: bajan en Andalucía. Yo creo que lo que habría que hacer es fijar el mismo precio por crédito para grado y máster.

Hay muchas quejas por la baja dotación de las becas Erasmus. 

Es cierto. Aunque no no sea una beca como tal, sino un apoyo, debería tener más dotación, sí.

Reivindicó usted en su investidura la “eficiencia en la gestión”. ¿Acaso no la había en la UAL?

Lo que está claro es que con recursos escasos hay que medir muy bien el gasto. Mi prioridad son los servicios a los estudiantes. Lo poco que queda pagadas nóminas y mantenimientos básicos ha de dedicarse a los alumnos.

Hace falta abrir la biblioteca en fines de semana, y renovar el mobiliario  de diversos aularios. Tenemos aularios con más de veinte años y su mobiliario no permite trabajar en grupo, por ejemplo. Y hace falta un plan de climatización, porque aquí no puede haber fallos en el aire acondicionado. Éstas son las verdaderas prioridades.

¿No cree que en el sistema andaluz hay excesiva proliferación de determinadas titulaciones?

Se podía haber racionalizado mejor, especializando mejor las universidades andaluzas. Pero conste que para eso haría falta un sistema de becas más amplio, implicaría becas salario.

¿Se ha adecuado bien la UAL al conocido como plan Bolonia?

En cuanto a los grados sí se ha adecuado bien. Es verdad que en determinadas titulaciones el número por aula se sobrepasa, pero nos ha tocado aplicar el plan en momentos presupuestariamente muy duros. 

La planificación de los masters ha de ser muy precisa. Por eso no era el momento adecuado para plantear el recorte de los grados y el aumento de los masters del que hablábamos.  

¿Y no va el plan Bolonia en detrimento de la calidad de la enseñanza?

No me atrevería a hablar de calidad. Sí es cierto que los contenidos eran mayores antes, basta pensar en que se pasa de cinco a tres años. Pero también es verdad que se desarrollan otras capacidades. Antes casi todo se centraba en adquirir conocimiento.

¿No habría sido mejor mejorar y fomentar la FP y otro tipo de estudios intermedios? Habría además menor masificación en la universidad.

Bueno, en Alemania el número de estudiantes universitarios entre 18 y 24 años es menor, y hay más en las formaciones profesionales, que, por cierto, se reenganchan después a la universidad en mayor número que aquí. 

Ahora, ¿qué es mejor? No lo sé. Habría que probar y evaluar las dos.

¿Está usted satisfecho de los resultados de la UAL en investigación?

Sí. No podemos aparecer en los grandes rankings porque somos una universidad pequeña, pero en términos relativos estamos bien situados. Y en captación de proyectos, igual. 

Lo que tenemos que hacer ahora es facilitar la consecución de recursos, especialmente de ámbito europeo, y deberíamos simplificar la gestión de los proyectos. Aunque parezca increíble, es un problema el de la gestión burocrática de los proyectos. En países donde esa gestión no la llevan los investigadores es otra cosa. 

A veces da la sensación de que el problema de la investigación en España es irresoluble.

España se subió tarde al tren de la investigación, y el resultado es que mientras Alemania dedica un 3% del PIB, aquí estamos en el 1.3, como mucho en el 1.4.

En España no hay valoración social del investigador, como en otros países. Por ahí hay más reconocimiento del investigador, más conciencia social de la importancia de la investigación. 

Mire, los recursos públicos para la investigación en Inglaterra son muy parecidos  a los españoles, pero allí hay mucho apoyo de fundaciones y empresas. Claro, que hay muchas ventajas a nivel fiscal para quien presta esa colaboración. Aquí no acaba de solucionarse este tema, que es muy importante.

 ¿Se comprometen las empresas almerienses con la UAL en el campo de la investigación?

Hay cuatro o cinco que sí están colaborando bien. Yo me he marcado la tarea de ampliar ese número. En el nuevo equipo de gobierno hay un encargado para ello. 

Necesitamos también mecenazgo para actividades culturales y deportivas. 

¿Y las instituciones?

No nos quejamos. Haría falta más apoyo, pero en la doble dirección. La universidad puede prestar muchos servicios a ayuntamientos, por ejemplo, y no sólo en el campo cultural, también en el técnico. Deberían aprovechar más las capacidades de la universidad.

¿Fue un error crear el Campus fuera de la ciudad? Habría dinamizado la vida  de Almería. 

Habría sido mucho mejor, sin duda, pero habría sido imposible. Basta darse un paseo por la ciudad para darse cuenta de que no cabía. Las universidades en el centro son las de hace muchas décadas, incluso siglos.

Otra cosa es que hubiese estado más cerca. Por ejemplo, en la Vega de Acá. 

¿Y podrían hacerse más cosas en el centro?

Actividades, cursos, cosas así, sí, pero traer una facultad, como a veces se ha planteado, no. Ahora mismo es imposible. Todos los servicios están en el Campus.

Cabría plantearse alguna sala de estudio, incluso con algo de biblioteca muy generalista, planes de actividades conjuntas con el ayuntamiento, puntos de información, una tienda con publicaciones y otros materiales, poco más.

¿Ha sido normal el relevo?

Sí, y más teniendo en cuenta que mi candidatura no salió del equipo de gobierno que había. Quizás haya sido demasiado larga. No sé si podría haberse acelerado más desde la UAL. En Granada ha sido muy rápido.

Me habría gustado poder poner en marcha antes del nuevo curso algunas cuestiones urgentes. Hace falta un plan estratégico que defina las nuevas titulaciones que necesitamos, la reorganización de servicios, la internacionalización, la captación de recursos, etc.

Y hay que meterse a refomar los Estatutos, el reglamento electoral, el del Consejo de Gobierno para abrir las comisiones a los miembros del Claustros, etcétera. En fin, que hay mucho por hacer y me habría gustado empezar ya.