Adiós a la terraza del cine de verano más querido: comienza su demolición

Hoy dice adiós uno de los emblemas más queridos del Levante Almeriense: la terraza de cine de Garrucha. Después de más de 80 años ofreciendo noches mágicas de cine bajo las estrellas, el mítico Cine Tenis de Garrucha ya ha iniciado su demolición, poniendo así fin a una tradición de verano que marcó la infancia de innumerables generaciones de garrucheros y visitantes. A partir de ahora, el antiguo Cine Tenis, comenzará a desaparecer para dar paso a un nuevo proyecto.

Es una despedida especialmente dolorosa para aquellos -y no son pocos- que alguna vez vivieron la magia del cine de verano en este rincón tan especial. La terraza, que se caracterizaba por su ambiente tan familiar como acogedor, ha sido durante años un punto de encuentro para ver películas -y estrenos- bajo las estrellas. Una experiencia que no se encontraba en ningún otro sitio.

Diego Rodríguez, responsable de esta mítica terraza, fue el encargado de mantener viva esa tradición durante los últimos años. Como ya comentó anteriormente el propio Diego en una entrevista en la Cadena SER Levante, este local era de alquiler y el propietario lo ha arrendado a un supermercado para hacer aparcamiento y “ante el poderoso caballero, no se puede hacer nada”.

Aunque se han barajado alternativas para poder buscar otro sitio al mítico cine veraniego, explicó que “en Garrucha es muy complicado porque tiene que tener unas dimensiones determinadas...”

A pesar de la pérdida en Garrucha, Rodríguez aseguró que la terraza del cine de verano de Vera sí continuará, aliviando así -en parte- la nostalgia de la comarca. También confesó que “estamos intentando buscar un nuevo local, barajamos alguno en Vera playa u otros pueblos vecinos, pero aún no tenemos nada”.

Y es que, la terraza de cine de Garrucha, era más que un simple cine. Era un lugar que muchos consideraban mágico. El olor a verano, el bullicio de los vecinos, la experiencia de ver una película al aire libre bajo las estrellas, era lo que lo convertía en un lugar especial al que la gente siempre quería regresar. Había clientes que “llegaban de viaje y la primera visita después de dejar las maletas era la terraza del cine”. Y ahora ya no sabrán adónde ir.

Dejando de lado las películas, esa terraza era un espacio para compartir, para revivir momentos de la infancia y disfrutar con amigos y familia. La demolición de esta terraza de cine de verano marca el fin de una era pero sus historias quedarán grabadas en la memoria de los que la disfrutaban.