Miguel Poveda puso en pie al Festival Flamenco con un recital de casi tres horas

El artista catalán fue el encargado de abrir el 49º Festival Flamenco ‘Ciudad de Almería’ 

Miguel Poveda, encima del escenario de la Plaza de la Constitución.
Miguel Poveda, encima del escenario de la Plaza de la Constitución.
La Voz de Almería
13:28 • 25 ago. 2015

Miguel Poveda, el cantaor nacido en Badalona, pero ya andaluz por adopción y sentimiento, fue el encargado de abrir el 49º Festival Flamenco ‘Ciudad de Almería’ en la noche de ayer. Un recital de casi tres horas de duración en el que demostró el porqué de su reconocimiento más allá del purismo o cánones del cante. Y es que el arte no entiende de barreras cuando la ejecución alcanza y sobrepasa los límites de la perfección, en la afinación, en la técnica, en el temple y en el buen gusto. Fueron numerosas las ocasiones en las que Poveda consiguió levantar de sus sillas a un público que agotó las entradas para el espectáculo, cita estrella de esta edición de la Feria de Almería.




El concierto arrancó con banda, desgranando en algo menos de media hora los temas más destacados de su último trabajo discográfico en estudio, ‘Sonetos y Poemas Para La Libertad’. Canciones como ‘Para la libertad’, ‘Desmayarse, Atraverse’, de Lope de Vega, el ‘Romance de la dulce queja’ de Federico García Lorca, ‘Amor mío si muero y Tú no mueres’ de Pablo Neruda o ‘Guerra a la guerra por la guerra’ de Rafael Alberti. Tras esta entrada, más accesible, Poveda abandonó el escenario dejando a Joan Albert Margós al piano, Juan Gómez ‘Chicuelo’ a la guitarra, Paco González a la percusión, Antonio Coronel a la batería, Guillermo Prat al bajo, Esperanza León a los coros, Miguel Ángel Soto ‘Londro’ y Carlos Grilo a las palmas y jaleos, realizar un desarrollo instrumental que evidenció una vez más su perfecta conjunción.




“Entiendo que estamos en un Festival Flamenco así que, después de esta entrada dedicada a los poetas, voy a sentarme en una silla y voy a cantar por todos los palos que queráis”. Así lo avanzó Poveda antes de marcharse y de qué manera no defraudó. Arrancó la parte jonda con las añejas malagueñas popularizadas por la Niña de los Peines y Enrique Morente, ‘Ni quien se acuerde de mí’ y más abandolaos en ‘Se quedaron sin caballos’. En el extenso viaje por los palos del cante, el recorrido continuó con unas generosas y prolongadas alegrías, donde dio salida a ese instinto natural por el baile y el movimiento. Incluso en las maneras de cantar, Poveda se retuerce en la silla ante cada quiebro y sentimiento como si su cuerpo quisiera llegar a la expresividad de su voz. También fueron extensos los cantes por tangos y tientos con versos de El Mellizo o Camarón de la Isla.




Después de tan bellos ejercicios rítmicos, Poveda se abalanzó tras agradecer el cariño de Almería por tarantos, con referencia a la peña y a Pedro El Morato en la letra. ‘Arremangado’ en la faena, siguió con el momento más purista con una soberbia tanda por soleás, de una intensidad plena.




Cada vez más cómo y evidenciando que no tenía ninguna prisa por terminar su actuación, el cantaor continuó relatando confesiones y conectando con un público entregado con otro guiño más popular con ‘Nuevo día’ y ‘Todo es de color’, de Lole y Manuel, fallecido el pasado mes de mayo. La crudeza aún haría presencia con los fandangos naturales de ‘Siempre preguntan por ti’, de Duquende. Como en buen catálogo flamenco llegó el momento del cante por bulerías, donde Poveda cedió varias estrofas a ‘Londro’, que demostró la rotundidad de su voz.




Con más de dos horas de concierto y cuando parecía que ya no podía ofrecer más, Poveda volvió a aparecer en el escenario tras otra pieza instrumental de la banda. Lo hizo con un excelso popurrí veloz repleto de frases de coplas. “Es un género que me ha ayudado en mi formación como artista desde que las escuchaba de niño con mi madre, son las que me acercaron a Andalucía y todos los grandes han cantado alguna vez copla haciendo grandes a sus creadores”, aseguró el artista que interpretó el aplaudido single de su disco ‘Coplas del querer’, ‘Vente tú conmigo’.




Para cerrar el concierto, Poveda quiso volver a dos mitos sobre los que hacer mención. En primer lugar, Enrique Morente, interpretando el soneto escrito por Joaquín Sabina, ‘Enrique y Granada’, después y a modo de coda para presentar a los músicos y oficializar la despedida, con una aligerada ‘La leyenda del tiempo’ de Camarón de la Isla. El colofón vino con una adaptación por bulerías y fiestas de ‘Remolino’ de Pancho Céspedes.




Una guinda que evidencia la versatilidad, buen gusto y control absoluto del cante para un artista cuya garganta y capacidad interpretativa no parece tocar techo.

Segundo y tercer día
El 49º Festival Flamenco celebrará esta noche su segunda jornada con las actuaciones de Antonio Reyes, La Macanita y José Menese. Las entradas se encuentran a la venta en el Teatro Apolo a un precio de 18 euros y también en las puertas de la Plaza Vieja dos horas antes de la actuación, prevista a las 22.30 horas. Los almerienses María José Pérez, ganadora de la Lámpara Minera, José del Tomate, hijo de Tomatito, y su cuadro, Juan Gómez y Antonio ‘El Genial’ actuarán la noche del miércoles, con entrada libre hasta completar aforo.


 



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