Una abuela de Carboneras dona parte del hígado a su nieto

Es el primer trasplante de este tipo que se realiza en el Hospital Reina Sofía de Córdoba

El pequeño Juan José Alonso, entre su abuela y su madre, y rodeado del equipo médico del Reina Sofía.
El pequeño Juan José Alonso, entre su abuela y su madre, y rodeado del equipo médico del Reina Sofía.
La Voz de Almería
10:06 • 14 oct. 2015

uan José Alonso Figueroa nació el 29 de septiembre del año pasado en el seno de una familia muy conocida de Carboneras. Una enfermedad hepática que se iba complicando acabó por ponerle en lista de espera urgente para un posible trasplante de hígado. Un órgano que llegó gracias a la generosidad de su abuela Francisca Fuentes Quero.
El trasplante se realizó el 25 de junio en el Hospital Reina Sofía de Córdoba, pionero en España a la hora de  proceder al primer trasplante hepático de donante vivo de una abuela y su nieto. Esta donación es un ejemplo y una esperanza para quienes necesitan un trasplante, dado que amplía las opciones de donación, explican los propios sanitarios.
Un equipo de profesionales para los que la familia del pequeño Juan José sólo tiene buenas palabras. “Nos han tratado con toda la humanidad y cariño y no nos han dejado en ningún momento” decía la madre, Sandra Figueroa Fuentes, en Facebook.
Hoy, cuando ya han pasado tres meses desde la intervención, a Sandra, que no era compatible para la donación, igual que no lo era su marido, se le ilumina la cara cuando ve el “cambio total” que ha pegado su pequeño.




Responsabilidad y riesgo El camino no ha sido fácil, pero las ganas de vivir de Juan José se unieron a la generosidad de su abuela y el 25 de junio entraban a quirófano los dos. “Su abuela sabía con qué responsabilidad entraba y también con qué riesgos”, dice emocionada Sandra que en las redes sociales recordaba aquel momento “uno de los más difíciles” de su vida. No en vano, entraban a quirófano su madre, Francisca Fuentes, “para dar vida”, y su hijo, como “un guerrero para agarrarse fuerte a ella”.




Ejemplo de fuerza y coraje A pesar de las dificultades, el pequeño Juan José no ha dejado de ser un “ejemplo de fuerza y coraje”, asegura su madre que agradece también a su marido, Juan José Alonso Cazorla, el apoyo. Ayer, cuando su caso se contaba a nivel nacional, esta familia de Carboneras no podía estar más feliz.
Gracias a la intervención, el bebé disfruta de “una excelente función hepática”, señalan los responsables sanitarios del Hospital Reina Sofía, que confirman que tanto abuela como nieto se han recuperado “satisfactoriamente”, aunque acuden a Córdoba para las revisiones que, “al principio son más frecuentes por los exigentes controles que acompañan este complejo proceso”.
La abuela recibió el alta cuatro días después de la operación y el niño, al que ha donado  casi el 20% de su hígado, tardó dos semanas. Hoy “están perfectamente”, dicen.




"Estaba muy decidida" Francisca  Fuentes Quero, Paca, es ya la abuela de Carboneras. Así la dieron a conocer ayer para toda España desde el Hospital Reina Sofía de Córdoba, donde fue presentada como la primera abuela que, viva, ha donado parte del hígado a su propio nieto. Una decisión que tomó y acordó con los médicos antes, incluso, de comentarla con su propia hija. “Conocía los riesgos porque los médicos no me ocultaron nada en ningún momento, pero estaba totalmente decidida y lo hice”, explica emocionada.
Los que se quedaron sin palabras fueron su hija y su yerno, que se enteraron por los médicos de que Francisca era la donante que podría salvar la vida al pequeño Juan José Alonso, entonces de 9 meses.
“Yo lo que quería era que mi nieto estuviera bien y aunque me dijeron, en todo momento, que podía echarme hacia atrás incluso en el quirófano, yo sabía que no podía ir nada mal”, relata esta abuela que ayer se reconocía “desbordada” por el interés mediático que la noticia del trasplante ha tenido en Córdoba. Allí fue ayer con su hija, Sandra Figueroa Fuentes y con su nieto  que ya ha cumplido el año y “ha dado un cambio tremendo”, dice su madre.
Una madre que sufrió por dos cuando la abuela y el nieto entraron en el quirófano y que se siente “contenta, contenta, contenta” porque llegó un momento en el que su pequeño necesitaba un trasplante “sí o sí”.








Temas relacionados

para ti

en destaque