Han pasado sólo seis días desde la llegada del nuevo año para que la ciudad haya sido escenario de nuevos actos de vandalismo. Una vez más, la quema de contenedores han sido protagonistas de la madrugada del Día de Reyes. A las 02.22 h, Emergencias 112 registraba las llamadas de varios vecinos de la Rambla Obispo Orberá y la confluencia con la Avenida Federico García Lorca, alertando de las llamas procedentes de cuatro contenedores ubicados en la zona.
Bomberos
Hasta el lugar se desplazaron efectivos del parque de bomberos de la capital, quienes sofocaron el incendio y constataron que no hubo más daños materiales, exceptuando los propios contenedores de basura.
Para hoy estas unidades serán repuestas, tal y como se prevé en el contrato suscrito por el área de Servicios Urbanos del Ayuntamiento de Almería y la empresa concesionaria, FCC. Un acuerdo, que hay que recordar incluye la cobertura de un total de 100 unidades al año que queden inutilizadas como fruto de actos vandálicos.
Un centenar para todo 2016 a los que en solo 7 días hay que restar en cuatro. De manera que una vez sobrepasa la cifra será el Consistorio quien deba hacer frente a este coste. Los cuatro contenedores quemados equivalen a un gasto de 4.000 € en una sola noche a los que, en otras condiciones, hubiera tenido que hacer frente las arcas públicas.
Antecedentes
Precisamente hace dos días que LA VOZ se hacía eco de los datos sobre vandalismo registrados en la ciudad a lo largo de 2015. Unas cifras que ponen sobre la mesa un gasto diario de unos mil euros a consecuencia de estos actos incívicos, unos 400.000 a lo largo del año. Desde el área de Servicios Urbanos situan precisamente la rotura del mobiliario urbano (bancos, farolas, papeleras...) y la quema de contenedores como los más comunes, siendo pasto de las llamas entorno a unos 120 a lo largo de los 12 meses.
Pintadas y la sustracción de elementos también forman parte de este capítulo en el que, en los últimos años, han adquirido relevancia el robo de cableado eléctrico en numerosos puntos de la ciudad. Otros objetos singulares de los que se apropian los 'amigos de lo ajeno' son el pulsador que permite el funcionamiento del agua de las fuentes públicas o los ceniceros que van incorporados a las papeleras, mobiliario, por cierto, que a lo largo de este tiempo desde el Ayuntamiento se han ido sustituyendo por ejemplares de acero para tratar de evitar que los incendios acaben con ellas.
El gasto total que el Ayuntamiento almeriense destina, anualmente, a sufragar el vandalismo (400 mil euros) equivale al coste por ejemplo de todo el Plan de Playas municipal para los tres meses de verano o incluso, supera el presupuesto del que disponen algunas áreas como Participación Ciudadana.
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