Si el año pasado fue la amenaza de lluvia la que mantuvo en vilo a la Cofradía hasta el último momento, este 2017 ha sido el viento el que ha inoportunado con su molesta presencia el discurrir procesional de la Hermandad de Nuestra Señora del Carmen, Nuestro Padre Jesús del Gran Poder, María Santísima del Mayor Dolor y Traspaso y San Juan Evangelista, conocida popularmente como Gran Poder, la cofradía del Zapillo.
Y es que ese incómodo paso por la avenida Cabo de Gata camino del centro de la ciudad a las 19,45 horas y, de nuevo hacia la medianoche, ya de regreso al templo de San Pío X, aunque ya con menor intensidad, si tiene un enemigo indeseado, ese es, sin duda, Eolo.
Ayer, Lunes Santo, se presentó soplando desde bien temprano de levante en nuestra ciudad y dificultó la procesión, sobre todo a los penitentes, que luchaban desenfrenadamente con sus capas para que no se elevaran al cielo de Almería.
La salida
Cuando a las 19,15 horas se abrió el portón bajo y la ventana que sobre él colocada en la Iglesia Parroquial de San Pío X, todo el barrio del Zapillo parecía estar congregado en las calles Téjar y Bilbao.
Viento aparte, la bondad climatológica de la tarde, con temperatura de 24ºC, invitaba a echarse a las calles para ver la procesión del Señor del Zapillo, Jesús del Gran Poder, obra maestra de Navarro Arteaga en el ya lejano año 1996. La Cofradía cumple 23 años de su fundación.
No presentaba este 2017 la Cofradía ninguna novedad respecto al año pasado ya que la próxima celebración del 25º aniversario fundacional les va a suponer cantidad de esfuerzo... y dinero. Además el paso ya está finalizado. Hay que economizar.
Tras la salida, vino el tradicional trabajo artesanal de colocar la parte horizontal del aspa de la Cruz que, por su tamaño, no cabe por la puerta.
A renglón seguido, iban apareciendo los penitentes con túnica de luto riguroso acompañando al Titular de la Cofradía. En total este año han sido unos 150.
Recordemos que la Virgen del Mayor Dolor y Traspaso, Titular mariana, no procesiona aún, por lo cual, de momento, la procesión no lleva mantillas.
Aniversario
Dentro de dos años, en 2019, la Hermandad celebra su 25º aniversario fundacional y no sería descartable que para entonces, como acto estrella, procesionase ya el paso mariano. Es obra de David Valenciano y luce, junto al de San Juan, ya finalizado en la iglesia parroquial de San Pío X, sede canónica de la Cofradía.
Pronto apareció el paso del Gran Poder, que este año estrena vestidor: Javier Marín. La ornamentación floral era, como siempre, sencilla: un monte de claveles rojos a los pies de Jesús del Gran Poder.
Evidentemente, como Cofradía de luto que es, no lleva acompañamiento musical. Como es tradición, comandaba a los 35 costaleros que calza el paso Manuel Sánchez Amate, el popular Tachuela.
El discurrir por el Zapillo, calles Téjar y Bilbao, se produjo sin problemas, con los vecinos del barrio volcados, como cada año, con ‘su’ Jesús del Gran Poder.
Carrera Oficial
Pero otra cosa fue la auténtica estación de penitencia que tuvieron que realizar por Avda. Cabo de Gata y por carretera de Ronda, muy dificultoso debido al molesto levante que azotaba Almería. Pero ello no arredró a los zapilleros, que siguieron tras el paso una vez abandonado el barrio contra viento (nunca mejor dicho) y marea.A pesar de ello, la entrada en Carrera Oficial en torno a las 21,30 horas de ayer.
Como todos los años, el Paseo estaba totalmente a oscuras y en él sólo se escuchaba el roce de las zapatillas de nazarenos y costaleros contra el asfalto. Cofradía de luto, que exige a sus miembros y pide a quienes los ven silencio y respeto.
¡Qué diferencia con el paso de una cofradía de bulla, como la Macarena, que procesionó una hora antes! Luego vinieron las saetas de calle Navarro Rodrigo, el descanso y regreso al templo.
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