Las personas que sacan antes los adornos navideños son más felices

La Navidad es una fiesta que lleva consigo todo tipo de sentimientos. Hay muchas personas que están en contra de todo lo que tenga que ver con esta festividad, pero hay muchas otras que se toman muy en serio las fechas navideñas.

Todos los años podemos ver como muchas tiendas o incluso algunos hogares cuelgan la decoración acorde a estas fiestas antes de tiempo y muchos nos echamos las manos a la cabeza por ver lo mucho que se han adelantado a los acontecimientos.

Pero lo cierto es que en un estudio publicado en el libro Journal of Environmental Psychology, afirma que aquellas personas que se adelantan a quitarles el polvo a sus adornos navideños para colgarlos, son mucho más felices, informa la SER.

Recordar momentos felices de la infancia
Steve McKeown, psicoanalista, fundador de MindFixers y dueño de la clínica McKeown, afirma en la web Uniland que este hábito, que a muchos no nos gusta, se debe a que haciendo esto, la emoción por la llegada de la Navidad aumenta.

Aunque admite que los motivos para sacar la decoración navideña pueden ser muchos, "lo más frecuente es que se deba a la nostalgia, pues buscan revivir la magia o compensar algo que en el pasado no se celebró lo suficiente".

Además apunta que "en un mundo repleto de estrés y ansiedad, a las personas les gusta pensar en cosas que les hagan felices, y los adornos navideños evocan esos sentimientos tan intensos de cuando eran pequeños (...). Así pues, sacar esos adornos antes de Navidad hace que la emoción se extienda durante más tiempo".

Sentirte conectado con los que ya no están
Por otro lado, la psicoterapeuta Amy Morin, coincide con McKeown en el argumento de la nostalgia, pero también señala a UNILAD que puede provocar el efecto contrario y la persona puede tener un "sentimiento agridulce". "Es probable que la época de vacaciones les recuerde a un amor pasado. O, tal vez, el árbol de Navidad les lleve a pensar en cómo era la vida cuando aún creían en Papá Noel".

Pero también explica que en estos casos, si alguien a perdido a un ser querido, por ejemplo, "las vacaciones pueden servir para evocar una época feliz que compartieron con esa persona en el pasado. Por tanto, sacar la decoración antes puede hacerles sentirse más conectados con esa persona".