Gastroart convierte el centro de Almería en un espacio lleno de vida

Éxito de organización, participación y presencia de ciudadanos. Así podría definirse la celebración de Gastroart en el Paseo de Almería, convirtiendo el centro de la ciudad en un espacio lleno de vida que, de no ser por el obligado uso de la mascarilla, recordaba los tiempos precovid.

El mercado artesanal contó con la participación de numerosos productores y artesanos de la provincia que mostraron lo mejor de sus productos gastronómicos, pinturas y otras obras artísticas realizadas en todos los casos de forma artesanal; desde distintos puestos dedicados a la apicultura, de Felix o Fiñana, hasta baberos y otros objetos para bebés que Mercedes Durán comenzó a realizar durante el confinamiento de la pandemia, y que hoy se comercializan a través de la página web creada por su hija Estefanía. Las pinturas de José Luis Caparrós, las cadenas, colgantes y pulseras de Corín Escobar, los libros presentados por el escritor Fran Cazorla, o los artículos cofrades de Carlos López son otros de los distintos objetos que miles de almerienses pudieron contemplar y adquirir con la confianza de conocer a los autores de los mismos y recibir con todo detalle las explicaciones del proceso de su elaboración, en el caso de los productos gastronómicos, o realización artesanal en el caso de unas creaciones artísticas que obtuvieron una magnífica respuesta por parte de los almerienses.

Dinamización

Gastroart se enmarca en el Plan de Dinamización Turística y Comercial puesto en marcha por el Área de Promoción del Ayuntamiento con la finalidad de poder conocer al detalle la esencia y los procesos que se esconden detrás del producto final, y sensibilizar  al público acerca de la importancia del trabajo artesanal.

Abejas Para mostrar la realidad del trabajo necesario para conseguir una excelente miel, Luis Pérez llegó desde Felix con un panal de abejas que logró una especial atención entre los más pequeños, además de los puestos dedicados especialmente a ellos. 

Los productos caseros de Macael o los de la huerta ecológica Serendipia lograron también concentrar a un numeroso público que disfrutó una mañana de sábado en familia y encuentros de amigos, dando al centro de la ciudad un color y un calor que parecían perdidos, aunque la opinión sondeada en muchos de los puestos instalados es que todo habría sido perfecto si el Ayuntamiento hubiera cerrado al tráfico la principal arteria de la ciudad.