“Caridad y Servicio” Estas dos palabras forman parte indisoluble de las Hijas de la Caridad, religiosas que llegaron por primera vez a Almería en 1847 al Hospital Provincial con una misión asistencial entregando su vida a los enfermos y necesitados de nuestra ciudad. Ellas atravesaron graves dificultades para sobrevivir y momentos especialmente duros como la epidemia de gripe, la guerra civil o la durísima posguerra… Desde muy pronto organizaron Tiendas de Asilo para paliar el hambre en los diversos barrios dando de comer a miles de personas en las calles Alcalde Muñoz, Barrio Alto y Pedro Jover. Estos servicios puramente asistenciales se completaron con una gran labor educativa que hoy siguen ofreciendo, desde la fe y el amor al prójimo, en los Colegios del Milagro y La Milagrosa. Precisamente en la Calle Alcalde Muñoz todos sabemos de la existencia del Comedor Social de la Milagrosa, una obra con varias décadas de servicio a los más necesitados.
Allí se forman verdaderas colas de hambre y necesidad que, lejos de disminuir, aumentan empujadas por el castigo del Covid y los efectos de la masacre en Ucrania. La Superiora de los citados Centros de Enseñanza y responsable del Comedor, Sor Mª Angeles, pide ayuda para poder atender a las cerca de doscientas personas que acuden diariamente a comer. Hace años tuvo la ocasión de ser testigo de la realidad que comentamos y también de la solidaridad de esta admirable Orden Religiosa siempre dispuesta a atender a los más vulnerables, a los excluidos de la sociedad.
¿Cómo vamos a dejar a alguien sin comer? comentan las responsables de esta modélica obra social. Es verdad que crecen las donaciones pero el número de marginados se ha multiplicado e incluso ahora acuden también a este Comedor personas que nunca se habían visto en esta situación de necesidad y que las diversas circunstancias los han arrojado a la lucha por la mera superviviencia.
Son muchos platos de comida, gastos de cocineras, limpiadoras, luz, agua...Sor Mª Angeles agradece la labor de los voluntarios y sus hermanas religiosas que trabajan desinteresadamente. Son importantes las donaciones de alimentos y aportaciones de particulares y sabemos que algunas Instituciones Públicas colaboran financiando algo (Consejeria de Igualdad, Diputación y Ayuntamiento) pero es a todas luces insuficiente.
Es también fundamental el Servicio de Atención Social que cuenta con profesionales de trabajo social y cuyos objetivos son la acogida, información, orientación, derivación, y promoción personal. Desde Almería en el Tiempo pedimos a las Instituciones que se vuelquen con un Comedor Social que cumple con ese espíritu de vocación y servicio al que todos debemos aspirar
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