Rocío Segura “Almería es flamenca pero no tenemos los flamencos el apoyo que se necesita”

La prestigiosa cantaora almeriense y Lámpara Minera Rocío Segura y el afamado guitarrista Antonio Patrocino hijo abren su casa en Huércal de Almería y comparten con GENTE sus vidas de pareja y artística.

¿De dónde te viene tu pasión al flamenco?
De  mi casa. Con el flamenco se nace y yo lo he mamado en mi casa, con mi madre. De pequeña no era consciente de lo que cantaba, pero cantaba todo. Recuerdo  estar en mi casa haciendo croché y escuchando al Niño de la Puebla y a Pepe Pinto.  

¿Cómo fue tu salto a profesional del flamenco?
Mi afición ciega surgió durante una huelga de los pescadores en Almería. Por primera vez me subí a un escenario cantando cosas de Camarón. Me acompañó el Niño de la Manola y Miguel Morralla, gran aficionado al flamenco, me grabó y me la dio. Por detrás venía la Perla de Cádiz y el Beni de Cádiz y me dijo: “Primero escúchate y después escucha esto”. Fue el primero que confió en mí.

¿Qué supuso para ti lograr la Lámpara Minera?
En Almería en general no ha supuesto mucho, aquí no se le ha dado el bombo que se merece. Porque ser la primera mujer andaluza que obtiene una Lámpara Minera en principio sí se le dio, pero nada más.  Almería es flamenca pero no tenemos los flamencos el apoyo institucional que se necesita.Tu vas por Pescadería y escuchas tocar la guitarra, hacer compás, cantando. Ahí es donde me he criado. Almería es flamenca y andaluza por los cuatro costados.

¿Qué palo te gusta más a la hora de cantar?
Depende del momento, pero por seguirillas y bulerías.
¿Cómo va tu disco?
Para los tiempos que corren, va muy bien. Estoy muy contenta. Hay que recordar que la presentación se hizo sin apoyo ninguno. No tuvo el apoyo institucional siendo Lámpara Minera. No solamente por mí, se hacía por una causa benéfica para la Asociación Contra el Cáncer.

¿La actual Rocío Segura que comparte vida con su pareja, Antonio Patrocinio hijo, es otra Rocío?
Como pareja, Antonio es un gran compañero y por separado,  en el escenario, Antonio es un gran artista y yo sigo siendo Rocío Segura. Somos pareja artística cuando es necesario. Cuando eres feliz en tu vida privada, el arte se lleva de otra forma. Cuando estamos en el escenario, me conoce y sabe por dónde puedo salir, y yo sé por dónde me puede acompañar. Antonio es un pedazo de guitarrista. 

Antonio, ¿cómo os conocisteis Rocío y tú?
En el 2006 le toqué por primera vez. Fue en Castellón. Me hizo mucha ilusión tocarle por primera vez, siendo una cantaora muy importante.

¿Tu espejo en la guitarra quién ha sido?
Empecé con el Tomate de Córdoba con diez años. Pero el espejo mío siempre ha sido Paco de Lucía. Su fallecimiento ha sido un golpe duro para nosotros. Le tenía mucha admiración. Lo conocí con once años, el 16 de junio de 1984, durante un festival homenaje a Paco de Lucía. Ahí cantó mi padre, lo conocí y tuve la suerte de estar con él un  buen rato. Con la noticia de su fallecimiento inesperado sentí mucho dolor. Cuando me enteré de la noticia me entristecí tanto que tenía necesidad de coger la guitarra y tocar.   

¿El guitarrista tiene que seguir formándose?
 El flamenco es una forma