El almeriense Guillermo Blanes es un referente como empresario. Con quince años se incorporó a la alpargatería que su padre poseía en la Rambla Obispo Orberá, llegando a crear uno de los grupos empresariales más importantes de España. En la actualidad cuenta con más de 400 empleados.
¿Cuándo inició su trayectoria como empresario?
Hasta las once años estuve estudiando. Después me salí de estudiar, con muy buenas notas, para ayudarle a mi padre en la alpargatería que tenía, porque le hacía falta, dependíamos de eso y mis dos hermanos estaban estudiando en Madrid. Además, a mí me encantaba el negocio. Como era primero de bachiller, los frailes de la Salle, hablaron con mi padre y regresé, entrando en el tercer trimestre del primer curso. Allí estudié hasta tercero de bachiller y con unas notas excelentes, diez matrículas de honor. Los frailes, incluso querían que me metiera a fraile y con trece años dejé de estudiar. Le hacía falta a mi padre, que estaba tocaíllo. Necesitaba una ayuda por si él faltaba, para que mis hermanos pudieran seguir estudiando.
¿Su incorporación a la alpargatería supuso un cambio importante?
En el año 1960 me incorporé, empezamos a tocar el mayor y salimos a vender a la provincia. Yo era el responsable de eso. Con 15 años me hice cargo de las compras y ventas. Mi padre me dio el alta para que me hiciera cargo de eso. Con 15 años iba a Elche, recuerdo que era en el Alba y paraba en el Hotel Cartagena. Me acompañaban los fabricantes y yo compraba zapatillas, alpargatas, sandalias de plástico, así como unos zapatos de botier, de plástico, que empezaban entonces. Ese fue el inicio del resurgir de la empresa. Siempre bajo la batuta de mi padre.
Con los años, Guillermo Blanes inicia nueva andadura con la apertura de Deportes Blanes
En el año 1981 me metí a patrocinar al Blanes Fútbol Sala. Un equipo puntero. Fuimos los que trajimos a un equipo de Almería para el fútbol sala profesional, incluso, en el año 1985 llegamos a ser Campeones de España y terceros de Europa, con los Mauro, Claudio, que les quité a Interviú, con José María García. No le alegró mucho, que un hombre de pueblo le pudiera quitar al poderoso, a su estrella, que era Mauro, en el año 1985. A raíz de meterme en el deporte profesional, en el año 1983 abrí la primera tienda de Deportes Blanes, aquí, en Obispo Orberá 26.
Hablamos de un número importante de trabajadores. Un gran cambio
En el grupo que nosotros tenemos, incluidas las franquicias, debemos de pasar de cuatrocientas las personas que depende de la empresa, directamente o indirectamente.
¿Piensa a menudo en cómo ha llegado hasta donde lo ha hecho?
Siempre he querido aprender y tenía una envidia sana de los grandes empresarios, que había entonces, como Marín Rosa, Bazar Almería, Almacenes la Llave, el Blanco y Negro, Calzados Olympia y Calzados Plaza, eran los grandes y siempre tenía la ilusión de aprender de ellos y llegar a ser un empresario grande y tener una empresa con muchos colaboradores. Pero nunca podía pensar que llegaríamos hasta donde lo hemos hecho.
¿Cómo ha sido posible ese cambio tan importante?
Todo en la vida se logra a base de muchísimo esfuerzo, acompañado también de un poco de suerte, pero la suerte no llega si no te expones. Entonces, en vez de conformarme con tener dos o tres tiendecitas y vivir con calidad de vida, opté por tener menos calidad de vida y engrandecer mi negocio, acompañado siempre, con la batuta de mi padre, que siempre me ha apoyado; con el acompañamiento de mi mujer, que siempre me ha estado a mi lado, apoyándome. A partir del año 1995, que se incorporó a la empresa mi hijo Guillermo y después mi hijo David. Esto siempre ha sido una familia que se ha dedicado a sus negocios. Que cualquier inversión que hemos hecho, en vez de comprarnos barcos, yates o fincas, lo hemos invertido todo en engrandecer la empresa
¿El espíritu de empresa familiar de su padre continúa?
Siempre he intentado mantener ese espíritu, pero cuando se pasa de un número de empleados es difícil. Te puedo decir que es una gran satisfacción ver que hemos tenido cuatro o cinco jubilados, después de haberse tirado cincuenta años con nosotros. El último ha sido José Gabriel Domínguez. Comenzó con nosotros con 14 años; Juan Rodríguez, se tiró unos 40; Pepe Navarro, desde los 13 años... Son personas que se han tirado toda su vida a mi lado. A parte de ser empleados y colaboradores, son como si fueran mi segunda familia. He sentido tremendamente que se jubilen, porque se ha ido alguien de mi familia.
¿Después de tanto esfuerzo, ha recibido algún reconocimiento que le haya emocionado?
Los almerienses son gente buena y trabajadora, pero solemos valorar más lo que hacen los de fuera que lo que hacen los de aquí. Siempre he tenido una envidia sana de personas que han hecho algo grande, como Tino, en los mármoles, grandes empresarios y que siempre he admirado, teniendo en cuenta que somos una provincia pequeña, en una esquina y desplazados por el gobierno central. No hemos tenido facilidades para poder llegar y lo importante es poder luchar con grandes empresas nacionales e internacionales o contra multinacionales.Cuando te llega un reconocimiento, después de estar trabajando cincuenta y cuatro años, siempre en la Rambla Obispo Orberá, cuando un periódico de la categoría de LA VOZ, donde tengo tantísimos amigos y donde admiro a su editor, José Luis Martínez; o su director, Pedro Manuel de la Cruz, que llevan tantos años haciendo por Almería y que tengan la deferencia de darte un Premio en Reconocimiento a tu Trayectoria Empresarial, es un motivo de orgullo, que junto con tu familia, vayas a recoger un premio con el que quieren reconocer el esfuerzo por engrandecer algo, en una ciudad tan difícil como es Almería.
¿El fútbol también le debe mucho a Guillermo Blanes?
En deporte, le debo mucho a Almería. Lo que somos la familia Blanes se lo debemos a los almerienses. En correspondencia, la familia Blanes, también ha hecho algo por Almería. Primero estuve en el fútbol sala. En el año 1989, cuando había tantos problemas con el Polideportivo Almería, fundé el Almería CF, junto con Sebastián Moyano, Manuel Abad, Manuel García. Decidimos hacer un equipo grande, empezando desde abajo. En siete años, desde la Regional Preferente, logramos llevar al equipo hasta la Segunda División A, hasta que le vendí el equipo a mi amigo Alfonso García, que lo está haciendo estupendamente con el equipo. Junto con Pepe Meca y Pepe Guijarro, logramos unir a los dos equipos, haciendo un gran club como es la UD Almería, que es la base de este gran equipo de Primera División. Todas estas ayudas, hace que la gente al ver a Blanes, sabe que hemos ayudado siempre al deporte en Almería.
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