Los 90 barcos de artes menores también quieren una parte de la cuota del atún rojo

Las 90 embarcaciones de artes menores de los puertos de la provincia de Almería más Motril quieren también una tajada del atún rojo, una especie cuya pesca está limitada a un sistema de cuotas, “pero cuyo número de ejemplares ha crecido espectacularmente en los últimos dos años”, coinciden en asegurar pescadores almerienses.

Con este fin, pescadores artesanales del Mediterráneo y de Canarias, entre ellos los almerienses, han celebrado diversas reuniones en Castellón y Tarragona y han decidido concentrarse en Madrid en próximas fechas para que su voz sea oída en el Ministerio de Agricultura.  En esta reivindicación hay armadores artesanales de los puertos de Adra, Roquetas, Almería, Cabo de Gata, Garrucha, Carboneras y Villaricos, de ellos, 11 están censados en aguas del Cabo de Gata.

El presidente de Pescartes, Luis Rodríguez, que aglutina a la flota artesanal del Cabo de Gata, expresa que “para 20017 el ICATT, que es organismo encargado, ya ha asignado la cuota de atún a España para 2017, es ahora el Ministerio quien tiene que repartirlas y no es justo que los barcos catalanes se queden con casi toda la cuota”.

Los pescadores del Cabo recuerdan que en el reparto entran los cerqueros, almadraberos y los palangreros, pero se deja fuera a las artes menores, desde que en 2006 se limitó esta pesquería. Hasta esa fecha,  los barcos artesanales de pequeña eslora pescaban el atún con una lienza y anzuelo en el caladero del Seco y lo sacaban a la manera tradicional con parihuelas para venderlo en la lonja de Almería. Antes incluso, existía una tradición histórica de pesca de atún con almadraba en la barriada de Monteleva, arte del que toma el nombre. Incluso ahora aún se practica la pesca con la moruna, versión reducida de la almadraba, para capturar la lecha.

Los pescadores de Pescartes aluden también a que con el permiso para pescar atún podrían dejar descansar otro tipo de especies que se capturan al trasmallo. “Los atunes están dando saltos, a diez minutos de la playa, son depredadores de otras especies, más bravos que el delfín, y no los podemos capturar”, esgrime Rodríguez.

Hasta ahora, los artesanales solo han tenido derecho a  pescar del fondo de maniobra, una especie de pedrea que no les garantiza más de 30 o 40 ejemplares para toda la flota de artes menores.

Los pescadores  artesanales rechazan también el modelo de compraventa de cuotas entre embarcaciones “como si fuera un mercadeo” y piden a la consejera del ramo, Carmen Ortiz, que les apoye en esta solicitud “como apoya a las almadrabas de Cádiz en sus derechos históricos”.