La agricultura intensiva almeriense, que factura más de 2.000 millones de euros en 30.000 hectáreas, tiene un problema que se puede agravar en los próximos meses: los agricultores no saben qué hacer con 15.000 toneladas de plásticos de la anterior campaña que duermen empaquetados -en el mejor de los casos- junto a sus explotaciones.
La razón del acopio forzoso por los productores de este residuo agrícola es que dos grupos chinos que importaban casi la totalidad de estos desechos han dejado de hacerlo por una nueva normativa estatal que prohibe la valorización del tipo de plástico negro y de solarización por el alto coste medioambiental de su reciclaje.
Este contratiempo para la buena estética del agro almeriense se agrava más porque el mercado apenas paga por este tipo de plástico haciendo onerosa su recogida.
Los fabricantes de plásticos, según la normativa medioambiental comunitaria, tienen la obligación legal de activar un sistema integral de gestión de estos residuos, al igual que la industria de los neumáticos, los aceites, y Ecoembes y Sigfito con los envases.
Desde 2012, el organismo Cicloagro, formado por los principales fabricantes de plásticos para invernaderos, tienen la concesión por cinco años de la recogida y reciclaje de estos residuos. Dos son las empresas -Hermanos Mancha e Ibacplast- ambas en El Ejido, a las que Cicloagro tiene encomendada la tarea de ser centros oficiales de acopio y recogida. Sin embargo, estas dos compañías se quejan de que el plástico bueno, el de cubierta, con precio en el mercado, los agricultores lo llevan a la veintena de plantas que hay distribuidas por la provincia y el de menor valor que produce una tonelada cada dos hectáreas, les genera pérdidas su recogida ya que se paga a menos de siete euros la tonelada. La organización Coag, a través de su secretario provincial Andrés Góngora, ha mantenido un encuentro con el director general de Prevención y Calidad Ambiental, Fernando Martínez Vidal, para que soluciones este problema que afecta a 20.000 agricultores.
Volver a las humaredas
El concejal de Agricultura de El Ejido, Manuel Gómez, ha exigido también que la Junta obligue a Cicloagro a que cumpla con su deber de gestión de plásticos, “ante la crítica situación en la que se encuentra el campo”. Precisamente ahora acaba la concesión por cinco años a Cicloagro de la encomienda de esta gestión.
Las organizaciones agrarias consideran un paso atrás que se tuviera que volverse a la quema de plásticos y a las humaredas.
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