De fábrica de plomos a industria de caracoles

Un viejo paraje minero en Cuevas del Almanzora, en el que aguantan aún en pie tronchadas chimeneas por donde salía el humo de los metales, se convertirá en unos meses en una fábrica de conservas gourmet.

El proyecto, que será realidad en octubre y dará trabajo a 25 personas, nace del empuje de la Sociedad Agraria de Transformación Los Guiraos gerenciada por Matías Gómez Cervellera.

La nueva planta conservera, aún en obras, aprovechará una antigua nave ubicada en Sierra Almagrera en la que se fundía el plomo y la galena para los mercados europeos, en esas décadas gloriosa del XIX que cubrieron  con un manto  de riqueza a toda la comarca del Levante almeriense.

Allí, la empresa agrícola última los detalles para iniciar la transformación y procesado de quinta gama que elaborará caracoles envasados al vacío, paté salsas y caviar del caracol, así como lomo de orza, paté de setas y productos pesqueros como melva canutera y pulpo, a través de su filial Agaseplan, con destino principal a la exportación. El entorno se musealizará con paneles explicativos y fotografías de época.

La nave de transformación tiene dos plantas y dispondrá de un restaurante y una tienda donde se podrán degustar y adquirir platos preparados.

El delegado de Economía, Miguel Ángel Tortosa, ha visitado Los Guiraos para conocer de primera mano las actividades y proyectos de futuro de esta sociedad de transformación agraria, y ofrecerle los recursos de la Consejería.

En el encuentro han participado -además de Matías Gómez, el gerente, y la técnica de Extenda, Blanca Crespo- Alberto José Urea, biólogo de la empresa y la técnica Ana Belén Guevara, quienes han expuesto las nuevas líneas de negocio que está iniciando la sociedad.

 La empresa va a iniciar su exportación de aceite ecológico a Polonia y tiene interés en exportar sus caracoles y el resto de productos de la conservera a países árabes, Italia, Francia o China. La firma cuenta con más de 65 años de historia y tiene sus orígenes en la gestión del agua procedente de pozos y los trasvases Tajo-Segura y del Embalse del Negratín. 

Desde el año 2000 empezó a impulsar nuevas líneas de negocio como la producción de arroz (con 1.500 hectáreas cultivadas en Sevilla), los invernaderos de alta tecnología para lechuga baby leaf y pack choi (capaces de producir en una hectárea el equivalente a 30 hectáreas al aire libre) y la cría integral de caracoles para su comercialización.

SAT Los Guiraos va a contar con una Sala de Reproducción de caracoles que será una de los más grandes de Europa, desde la que abastecerá a los productores de la comarca y de otras zonas de España; también les suministra material de construcción del invernadero, pienso y medicamentos. 

Su red de comercialización está concebida en la venta para su consumo de caracoles envasados al vacío, la recogida y procesamiento de la baba de caracol para la elaboración de cosméticos y la producción de paté y caviar de caracol que se realizarán en la planta conservera. 

Un hombre audaz llamado Matías
Matías Gómez lleva años emprendiendo. Ese verbo es para él como la sala de estar de su casa. Emprender sin miedo, sin tapujos, con ilusión. Es así Matías, desde que hace ya una pila de años quiso aprovechar el agua termal del pozo de Los Guiraos para promover un balneario y poder meter en un mismo saco los rentos de agricultura y turismo; desde que se embarcó junto a otros agricultores en ese reto hercúleo de trae agua del Negratin en un trasvase pagado a riñón; desde que ha defendido con uñas y dientes su territorio, el territorio de sus antepasados, contra una demencial reserva de tortugas que preveía arrancar 500 hectáreas de cultivo. Ahora son los caracoles los que planean por la cabeza de Matías, un hombre acostumbrado a eso: a no aburrirse nunca.