Del Berín a Canto Pote y Canto Nuevo, la historia de la gamba de Garrucha es la de su continua búsqueda en el lecho marino, a 900 brazas de profundidad. Como zahoríes de agua salada, los patrones de la flota local han perseguido al cotizado crustáceo escondido en el fango -como el capitán Ahab perseguía a Moby Dick- durante los sesenta años que ahora se cumplen de las primeras capturas.
Del 26 al 28 de octubre La gamba roja -aristeus antennatus- le ha dado mucho al municipio marinero de Garrucha en estas última seis décadas y ha sido motor económico, no solo para las embarcaciones, sino también para la hostelería local e indirectamente para todo el sector turístico. Por ello, el Ayuntamiento de Garrucha ha organizado, junto a la Cofradía de Pescadores y el Grupo Local Pesquero, el I Festival de la gamba roja -probablemente el primero que se celebra en España- que tendrá lugar en la explanada del Puerto del 26 al 28 de octubre.
El delegado de Turismo y Deporte, Alfredo Valdivia, junto a la alcaldesa, María López Cervantes, la concejala de Turismo y Comercio, Rocío Galindo y Juan Leal, Comisario de Feria, dieron a conocer ayer el cartel de la iniciativa.
“Estamos en pleno proceso de conseguir que nuestro principal producto pesquero tenga una denominación de calidad diferenciada (IGP) y pueda comercializarse con la definición única de ‘Gamba Roja de Garrucha’, una vez que el Parlamento andaluz y los partidos políticos allí representados han entendido la necesidad de apoyar una medida demandada por el propio sector y que desde el ayuntamiento apoyamos con convicción, por ello queremos impulsar el sector aún más con esta actividad singular”, expresó López Cervantes.
Seis zonas se van a poder distinguir. Así, se va a montar un Show Cooking, donde en torno a unos 15 restaurantes que participarán puedan realizar una exhibición de la cocina. En otra área se expondrán las diferentes modalidades de pesca que se utilizan en el litoral garruchero con diversos vídeos explicativos. La lonja de Garrucha cuenta con un total de 29 buques, 18 de los cuales son para artes menores, nueve de arrastre de fondo, uno de cerco y uno de palangre de superficie.
Los restaurantes de Garrucha dispondrán igualmente de una zona donde instalar sus stands en los que podrán servir al público asistente sus tapas, una de ellas realizada con gamba roja y el resto elaboradas con productos del mar.
También se ha previsto dejar un espacio donde se puedan comercializar productos gourmet ya sea vinos, aceites o cervezas locales, entre otros.
Habrá también un escenario para actuaciones musicales y un área infantil. El último día habrá una degustación a precios populares a través de una enorme plancha.
La historia de los pioneros del arrastre
Primero fueron las jábegas que pescaban el jurel, el boquerón y la sardina; después la traíña, el palangre, el boliche, la virorta, el chambel, la nasa. Cada vez se fue perfeccionando más la suerte de pescar las diferentes especies en la rada de Garrucha. Hasta que fue a finales de los 50 cuando - casi del mismo modo que el Perdigón descubrió el filón de plata de Almagrera- los pescadores locales empezaron a ver que el arrastre podía tener mucho futuro en ese puerto capturando ese crustáceo que iba cada vez adquiriendo mayor valor.
Fueron el Amanecer de Mayo y la Mariví Oteiza las primeras vacas en la localidad a partir de 1958, algunas reconvertidas del cerco al arrastre. Después fueron llegando más hasta llegar a la época dorada de los años 80, cuando en el Puerto de Garrucha anclaban más de una veintena de embarcaciones arrastreras. Hoy quedan nueve, que sobreviven en virtud de los buenos precios que alcanza en la subasta la abeja reina de las capturas: la gamba roja. El año pasado, el 22 de diciembre, se batió récord en la lonja, cuando se pagaron 229 euros por un kilo. El 70% de la facturación anual, de cerca de 5 millones, se obtiene por este encarnado marisco.
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