El precio de la vivienda sufre un frenazo en los seis últimos meses

La segunda mitad del año pasado supuso un frenazo a las expectativas de crecimiento de los precios de las viviendas, unos precios que subieron un 5,7 por ciento en los primeros seis meses del año hasta un escueto 0,94 por ciento en el segundo semestre del año.

El análisis lo realiza el Club Noteges, que está compuesta por 980 agentes inmobiliarios repartidos por todo el territorio nacional, y advierte que los datos recogidos entre julio y diciembre “confirman la desaceleración que se viene anunciando en los medios económicos especializados”, al tiempo que anuncian como muy probable una posible recesión para antes de 2020.

Entre las razones que esgrime para el grupo, consolidado como la primera fuerza de venta del país, este comportamiento del mercado inmobiliario responde a varias variables como la compra de activos inmobiliarios de la banca española por grandes fondos de inversión; la enorme deuda pública y la regulación del alquiler vacacional, factores que a su juicio provocarán “un frenazo de los precios de la vivienda durante 2019, con importantes caídas en comunidades que, como Andalucía, lideran el mercado”.

Parálisis 
En el caso del mercado inmobiliario almeriense, el Club Noteges destaca que en el último año el incremento del precio de la vivienda ha sido del 2,77 por ciento, por debajo de la media regional, un aumento que ha sido posible mantener gracias a una primera mitad del año pasado más dinámica que, en cualquier caso, no se ha mantenido en la segunda mitad de 2018, al registrarse un ligero retroceso.

El director general del Club, José Luis Jimeno, explica que en el último año los precios subieron de forma notable en comunidades como Baleares o Cataluña, pero no así en Andalucía “donde permanecen prácticamente estancados desde hace siete años, una tendencia que no parece que vaya a cambiar durante los dos próximos años.

La nueva crisis de precios de las viviendas tiene un componente internacional ya que las restricciones a las exportaciones están afectando a economías fuertes como la alemana, “y su desaceleración afectará a sectores fuertes españoles como son el turismo y la construcción”.