La chirla, una demandada variedad de almeja, ha vuelto a capturarse, después de varios años, en discretas cantidades en la costa almeriense, aunque no por la flota local. Las embarcaciones que han hecho acopio de este molusco bivalvo, cuyos precios en lonja oscilan entre 6 y 12 euros el kilo, pertenecen a Caleta de Vélez, el principal puerto del Mediterráneo andaluz en esta variedad de pesquería que se ejecuta con rastro o draga mecanizada a unos veinte metros sobre fondo arenoso.
En el litoral almeriense solo existe, en la actualidad, una demarcación autorizada para pescar chirla y coquina, entre Almerimar y Adra, en la zona marítima conocida como 501. Sin embargo, la flota local de artes menores de Adra y Roquetas, las más próximas a este caladero, no se aventura en esta pesquería que veinte años atrás fue tan rentable, porque sus lonjas no están catalogadas por las autoridades como centros de expedición de moluscos bivalvos. El más cercano es precisamente el de Caleta.
José Nadal, gerente de los armadores de Adra, explica que “desde nuestra lonja lo único que podemos hacer es el pesaje de la captura y el sello para el transporte por tierra, pero no podemos comercializar la chirla”.
Antonio Rodríguez, gerente de los pescadores de Roquetas, precisa que “la almeja frente a San Miguel era para los pescadores roqueteros una fuente de ingresos importante, hasta que se prohibió hace veinte años por la toxina aparecida en los análisis, hace tres años se volvió a abrir la veda, pero no se nos costea porque hay que ir a venderla en Caleta”.
Los pescadores de Roquetas han solicitado en repetidas ocasiones a la Agencia Públicas de Puertos la habilitación de un centro de expedición, que supone una pequeña inversión en maquinaria de análisis de depuración de ejemplares y licencia sanitaria, pero no ha habido respuesta, como tampoco para Adra. La Junta detrae el 2% del valor de las capturas comercializadas en cada lonja. El Muelle de Roquetas vive del atún y pez espada que se captura con palangre de superficie y del pulpo y la jibia con artes menores. Adra se dedica a la traíña y en menor medida al arrastre.
En los caladeros del Poniente almeriense también faenan barcos naseros de Caleta de Vélez que calan nasas para la pesquería del pulpo.
La Dirección General de Pesca de la Junta de Andalucía está realizando un estudio biológico para reabrir el caladero de chirla y coquina entre Vera y Garrucha pero no ha habido aún resultados. El caladero de Costacabana también permanece cerrado. El cupo de chirla para el Mediterráneo andaluz es de 22 toneladas anuales, que ya se ha cubierto.
Desde el cierre de caladeros, la almeja que se consume en bares y restaurantes de Almería procede principalmente de Italia y Huelva
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