Se llenó el Hotel Playadulce con más de 200 empresarios para arropar a los galardonados en una nueva edición de los Premios Asempal. No falto nadie (o casi nadie) para ovacionar a Enrique Martínez Leyva, Saneamientos Emilio Hernández, la Sociedad Agraria de Transformación Peregrin, al municipio de Almócita, a la Fundación Jesús Peregrín, al Festival de Teatro de El Ejido, a la Asociación Almeriense de Atención a la Dependencia y a Rosario Alarcón.
Abrió el acto el presidente, José Cano, quien evitó hablar de la necesidad de agua o de infraestructuras o de la falta de industria. “Hoy vamos a hablar de nosotros, de lo necesarios que somos, del orgullo de ser empresarios, en esta sala estamos más de 200 empresarios que facturamos 3.000 millones de euros y damos trabajo a 11.000 personas, son datos empíricos, pero no todos somos ricos, se está creando una leyenda negra con nosotros”.
El Premio a la Trayectoria Empresarial recayó en Enrique Martínez Leyva, fundador de Plataforma Publicidad, en reconocimiento a sus trayectoria empresarial, creatividad y liderazgo en el sector de la comunicación, así como por su contribución al progreso de la provincia. Se quedó pronto huérfano de padre y madre y tras pasar su niñez en un cortijo en la Venta del Viso, aprendiendo los secretos de la tierra, de los primeros invernaderos, del algodón, del guayule, estudió en el seminario con el cura Serafín López Saéz quien lo orientó al mundo de la radio y a la publicidad donde siempre ha demostrado su liderazgo. “Ser empresario es lo más hermoso que me ha pasado en la vida, la comunicación es un factor de felicidad, el mundo sería muy triste sin publicidad”, manifestó, y se acordó de su madre Dolores a quien definió como una visionaria en aquellos días tan lejanos en los que barruntó que el Poniente se podría convertir en una California europea.
Emilio Hernández, presidente de la empresa de saneamientos Emilio Hernández, fue distinguido con el Premio a la Iniciativa Empresarial en reconocimiento a sus estrategia permanente de crecimiento y esfuerzo para consolidad una oferta de instalaciones, productos y servicios. Emilio, tras su experiencia como vendedor de pescado, creó su empresa a partir de 1961 tras convertirse en representante de la empresa Roca.
El Premio al Compromiso Social fue a parar a manos de la SAT Peregrín de Pulpí por su compromiso con la sociedad almeriense, apoyando a colectivos vulnerables y en riesgo de exclusión social, fomentando el deporte de base y promoviendo a jóvenes talentos.
La empresa fue fundada por Antonio Peregrín Mula y se ha convertido en líder europeo en venta de ajos con una plantilla de 1.600 trabajadores. Su director general, Felipe Gómez, señaló el ejemplo de convivencia que es Peregrín con empleados de 32 nacionalidades.
Las distinciones a entidades recayeron en Almócita por su esfuerzo a favor del autoconsumo energético, el cuidado del planeta y estrategias para hacer frente a la emergencia climática.
Cuenta con 197 habitantes este municipio y la concejala Paqui del Pilar Alpáñez subrayó la importancia de unir fuerzas y de tener en cuenta el respeto a la tierra, a los animales y a las tradiciones. Fue también premiada la Fundación Peregrín por sus proyectos de ayuda humanitaria en el tercer mundo, en países como Bangladesh y Angola. Recibió el premio el propio Juan Peregrín, con 96 años, quien ha recorrido 95 países de la periferia del planeta, conviviendo con la pobreza y la miseria.
El Festival de Teatro de El Ejido fue reconocido por su prestigio nacional. Recogió el premio el alcalde, Francisco Góngora que explicó cómo el municipio se vuelta con las artes escénicas.
También hubo galardón para la Asociación Almeriense para la Dependencia y recogió el premio Antonio Carrión, quien habló de entrega en el cuidado de los mayores.
Rosario Alarcón o la comerciante coraje
Asempal quiso tener un detalle especial, a través de la imposición de la insignia de oro, con Rosario Alarcón, en reconocimiento a su compromiso en la defensa del asociacionismo empresarial y su dedicación para visibilizar el empuje de las empresarias y emprendedoras de la provincia. Glosó su trabajo el presidente Cano quien recordó cuando entró en Asempal en 1996 y cuando colaboró en crear la Asociación de Mujeres Empresarias Almur en 2004. Rosario, nacida en Padules en 1940, abrió su primera tienda de ropa en 1975 y desde entonces no ha dejado de intentar mejorar el papel de la mujer empresaria.
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