¿Dónde va la comida que sobra en Mercadona?

La tecla de euro o contratar servicios con ciertas empresas, otras formas de ayudar

Conchi Parra, directora de Relaciones Externas de Mercadona en Almería
Conchi Parra, directora de Relaciones Externas de Mercadona en Almería Juan Sánchez
Álvaro Hernández
23:25 • 23 nov. 2022 / actualizado a las 23:39 • 23 nov. 2022

¿Hacia dónde van los excedentes de alimentación de Mercadona una vez que bajan las persianas las tiendas? Esa es una de las cuestiones planteadas por Conchi Parra durante el desayuno organizado por LA VOZ sobre responsabilidad social corporativa con sello almeriense: la práctica totalidad de los más de 30 establecimientos de Mercadona en la provincia dan alimentación a organizaciones acreditadas a las que sustentan en el día a día.



De hecho, Mercadona trabaja ahora en buscar a qué organizaciones acreditadas donar la alimentación que sobra de establecimientos como el de Roquetas de Mar o el de Vera.



Sin ir más lejos, el establecimiento de Mercadona de La Cañada dona su excedente de alimentación al catering de FAAM, En Esencia. Con esas donaciones, En Esencia cocina menús solidarios que entrega a personas en riesgo de exclusión social y en situaciones de vulnerabilidad.



Pero hay mucho más: Mercadona también se lo pone fácil a los almerienses que quieran  ayudar gracias a la llamada ‘tecla de euro’: la donación en la línea de cajas de los clientes que quieran ayudar con un euro (o múltiplos) al Banco de Alimentos. Y esa solo es la punta del iceberg de la ayuda de Mercadona. 



Al fin y al cabo, otras formas de ayudar pasan por contratar servicios y productos a través de empresas y organizaciones que dan empleo a personas con discapacidad o centros de empleo.



Una anécdota conocida, por ejemplo, se encuentra en las pescaderías de la cadena: esa decoración cerámica que se encuentra tras el mostrador, hecha con una técnica llamada 'trencadís' y compuesta por pedazos de cerámica rota, tiene una historia.



No en vano, y tal y como contó Mercadona hace unos años, unas 1.000 personas con discapacidad intelectual elaboran los murales de las pescaderías de la cadena con la técnica trencadís, que utiliza pedazos rotos de cerámica.



Así, la donación del excedente, el empleo a personas que pueden acceder así al mercado laboral o la facilidad para que los propios consumidores sean los que donen, Mercadona lleva a cabo su responsabilidad social empresarial.



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