Un ayuntamiento de Granada arremete contra los regantes del Almanzora

A los regantes del Almanzora los han metido en un entuerto cervantino sin tener nada que ver. El Ayuntamiento de Castril (Granada) y la Plataforma en Defensa del Río Castril han denunciado la “activación” del trasvase Negratín-Almanzora desde el pasado 1 de junio pese a las “condiciones actuales de sequía” y han advertido de las “nefastas consecuencias” que tendrá la medida para este territorio.

En un escrito remitido a la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG), el Ayuntamiento hace hincapié en que para poder trasvasar agua desde el pantano del Negratín al del Almanzora se deben de dar dos requisitos previos: que el volumen de agua almacenada en el Negratín esté por encima del 210 hectómetros cúbicos y que la reserva del Sistema de Regulación General esté por encima del 30 por ciento.

Mantiene el consistorio que “ninguno de estos dos requisitos se cumplen, ya que actualmente el pantano del Negratín tiene un volumen embalsado de 15,66 hectómetros cúbicos y el sistema de regulación general está al 26 por ciento de reserva”.

A juicio del municipio, “no se sostiene que mientras en este territorio hay restricciones para los riegos locales y se demanda agua para consumo humano, desde la CHG se mantenga la intención de terminar las obras del trasvase del río Castril con la justificación de necesidad de agua para Baza y Comarca. Más aún cuando el agua almacenada en el embalse del Negratín, situado en el termino municipal de Baza, la están trasvasando a Almería”.

El Ayuntamiento y Plataforma por el Río Castril han solicitado al secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán, “que ponga fin a esta situación irregular y ordene la inmediata paralización del trasvase al Almanzora”.

Sin embargo, a tenor de la normativa legal, la queja del Ayuntamiento de Castril no se sostiene: la sociedad de regantes Aguas del Almanzora utiliza ese agua del Trasvase a través de una cesión de derechos de riego a cambio de no utilizar ese mismo agua en sus arrozales de las marismas sevillanas y el de otras comunidades de regantes del Guadalquivir a los que compran ese agua a precio de oro. La Comisión de Desembalse de la cuenca del Guadalquivivir acordó el pasado día 24 de abril las dotaciones para la presente campaña de riegos dotando a los arrozales sevillanos con un volumen máximo de 264 hectómetros. De ellos, 15 hectómetros son los que llegan al Almanzora.