Almería se quedará sin marisco fresco a partir del 1 de enero

A partir del primer día del año que está a punto de principiar no habrá marisco fresco de Almería en los mercados hasta nueva orden. Todos los armadores de arrastre de los puertos de Almería -capital, Garrucha, Carboneras y Adra- y del resto de Andalucía han decidido el amarre de toda la flota a partir del próximo 1 de enero de 2025 de forma indefinida y es previsible que a este acuerdo se sumen el resto de barcos del Mediterráneo español.

Los representantes de las asociaciones de armadores y de las cofradías de pescadores, han mantenido un encuentro en Madrid con la secretaria general de Pesca, Isabel Artime, para analizar los resultados del Consejo de Ministros de la Unión Europea respecto al Reglamento de Posibilidades de Pesca 2025 para el Mediterráneo. La Asociaciones del gremio ha informado de que en la reunión con Artime se han expuesto los términos del acuerdo y las medidas que se aplicarán a la flota de arrastre del Mediterráneo para poder compensar la reducción del 79% de días de pesca.

Las organizaciones pesqueras que han acordado la paralización de la flota han expresado que los mecanismos de compensación  propuestos para poder sumar días de pesca a los ya recortados, además de suponer un sacrificio adicional a los ya realizados en los últimos cinco años, no son la solución y provocarán que  numerosos buques y pescadores no podrán continuar con su actividad.

Sobre la base de que los estudios científicos realizados no se encuentran actualizados, no se ha tenido en cuenta la mejora de los stocks con las medidas implementadas en los últimos años, incluida la reducción de un 40% de los días de actividad, las organizaciones firmantes han acordado la paralización de toda la flota pesquera de arrastre del mediterráneo desde el día 1 de enero de 2025 mientras la Secretaría General de Pesca no confirme que mantiene las condiciones de pesca del año 2024. Y que paralelamente al desarrollo de la actividad pesquera de arrastre mediterráneo en la misma situación a la realizada en el año 2024, se realicen nuevas evaluaciones para determinar el estado actual de los stocks que, posiblemente, verificarán su recuperación con las medidas que fueron implementadas por la Administración y cumplidas por el sector.

El acuerdo del sector andaluz ha sido remitido a la Federación Nacional de Cofradías de Pescadores y al secretario general de Cepesca para que se sumen a este amarre. El sector de arrastre almeriense, compuesto por 50 embarcaciones y 200 marineros en la provincia, salvó los muebles en Bruselas: los ministros de Pesca de la Unión Europea echaron atrás la propuesta heredada del antiguo comisario Virginijus Sinkevicius de recortar a 27 días al año los días de captura, una proposición incompatible con la supervivencia del sector, pero obliga a los armadores del Mediterráneo a tener que implementar medidas onerosas en los aparejos que pueden resultar inviables para la flota sin ayudas públicas. Se trata de una nómina de 12 imposiciones como las puertas voladoras que sustituyan a las tradicionales que surcan el lecho marino (lo que hace que se abran las redes por el fondo del mar), el aumento de la malla de los artes de pesca (que se ha venido realizando ya en los últimos años), la imposición de más periodos de vedas o el cierre temporal de caladeros como el de la merluza o la gamba roja.

70.000 euros de inversión por ‘vaca’

Los armadores han cifrado el cumplimiento de estas medidas ambientales en unos 70.000 euros por vaca, si se tiene en cuenta que la puerta voladora es una tecnología aún no suficientemente desarrollada por la industria. Los ministros europeos, sin embargo, no han tenido en cuenta que el Mar Mediterráneo es único y no tiene fronteras y que flotas del Norte de Africa, como la de Marruecos y Argelia, han crecido al tiempo que la española ha menguado. Estos arrastreros magrebíes, al no pertenecer a la UE, no tienen la obligación de restringir cuotas ni adaptar aparejos a criterios ambientales, compitiendo con los almerienses y del resto del Mediterráneo sobre el mismo mar en situación de ventaja. “Los peces no entienden de caladeros, ni de fronteras”, expresaban representantes españoles del gremio.