Cientos de hectáreas en El Alquián y Níjar se transforman en invernaderos

El invernadero, como valor refugio, vuelve a cotizar al alza en la bolsa de valores almeriense. La evaporación del ladrillo y la aseada demanda de frutas y hortalizas en Europa, han hecha mella en comercializadoras locales y foráneas a la hora de expandir superficie invernada. Sobre todo, a Levante de la capital, junto a la Vega de Allá hasta Níjar, donde hay mayores terrenos para la expansión del plástico.
Solo una empresa, el Grupo Tejera, ha roturado ya más de 160 hectáreas de suelo para invernadero, una parte como venta de suelo propio y otra como trabajo por encargo.
Explican desde la dirección de este  grupo almeriense, que se distingue por su diversificación para sortear la crisis, que han en  este nuevo negocio para tener operativa la maquinaria utilizada en las canteras para la extracción de áridos.

Biosabor e Inversat Tejera ha acondicionado terrenos para empresas como Inversat, Biosabor y una firma foránea a la que le ha acondicionado 35 hectáreas para empezar a cultivar de forma casi inmediata.La mayoría de clientes, sin embargo, están utilizando una superficie de tres o cuatro hectáreas para sus cultivos de tomate y pimiento, principalmente.
La labor de la compañía es la de roturar, nivelar, adecuar balsas y escolleras, todo llave en mano para que el agricultor solo tenga que habilitar los plásticos del invernadero.
La mayoría de esta superficie invernada de Tejera están situados en la zona de El Alquián. Pero no es el único emplazamiento: el incremento de la superficie invernada, que se acerca ya a las 30.000 hectáreas en la provincia, también abarca parajes hasta ahora baldíos de El Barranquete, Los Trancos y también Pampanico y Ejido Norte. Es, para algunos avezados analistas de la agricultura almeriense, una nueva fiebre del invernadero, con un retorno de la inversión y del dinero al campo, con una multiplicación de las operaciones de compraventa de fincas agrarias.
El movimiento de nuevas  roturaciones y de sustitución de viejas instalaciones por nuevas, se ha incrementado sustancialmente esta campaña. Los anuncios de compraventa en los portales especializados como Milanuncios o inmobiliariaagraria están más activos que nunca. La mayor actividad se está produciendo, según Andrés Pérez, un profesional del campo almeriense, en la zona de Los Atochares y Barranquete. También se han roturado fincas nuevas de multitúneles en Rambla Morales, Retamar y en las cercanías de la Venta del Pobre.
 Una de las empresas que más activas se está mostrando en aumentar hectáreas es Parque Natural, junto al Cabo de Gata, que acaba de integrarse en la cooperativa de segundo grado Unica Group. Como ejemplo ha invernado veinte nuevas hectáreas en las cercanías de la carretera de Barranquete Ruescas.

 Alquileres de fincas No solo se da el fenómeno de la compraventa sino que también están proliferando operaciones de alquiler de fincas alentadas por los buenos precios de la última campaña.
También proliferan las ventas de fincas que han quedado en manos de bancos y cajas mediante embargos y que ponen a la venta a buenas oportunidades de precio para algunos agricultores con deseos de ampliar superficie. Este aumento de actividad alcanza también a zonas con un negocio más maduro y consolidado como el Poniente almeriense.
También se están roturando nuevas fincas en Sorbas, por parte de la empresa Fervisa, y en la zona de El Argamasón de Carboneras.
Varias razones explican este incremento de superficie invernada, de la rehabilitación de viejas estructuras por invernaderos  modernos y de las operaciones de compraventa.
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