El granizo pone en grave riesgo la producción de vino de Almería

el sector vitivinícola de la comarca de Laujar-Alpujarra echa cuentas sobre los efectos de la tomenta de granizo que en la noche del pasado lunes descargó con fuerza en aquella zona. La alarma es generalizada porque las pérdidas son cuantiosas y la campaña está prácticamente perdida.
Las instituciones se están haciendo eco del drama que se vive en aquella comarca del Alto Andarax y los contactos mantenidos en los últimos días con el Ayuntamiento de Laujar, con la Junta de Andalucía y con la Diputación abre la puerta a la búsqueda de soluciones para paliar los  daños.
Para analizar en profundidad la situación y para establecer las líneas de actuación, el Ayuntamiento ha convocado para mañana martes un Pleno extraordinario que se convertirá en una cumbre sobre la uva y el vino.

Reunión de urgencia En esa cumbre no sólo estará la corporación, sino que se ha anunciado la presencia de los agricultores, de los bodegueros y de la Delegación Territorial de Agricultura de la Junta de Andalucía, invitada por el propio alcalde.
Será una más de la serie de reuniones que está manteniendo la Asociación de Bodegueros y Viticultores de Laujar, en la que están representadas buena parte de las bodegas de aquella zona. La noche del pasado sábado la asociación mantenía una reunión de emergencia para recopilar datos e información y anunciar los contactos mantenidos hasta ahora y las propuestas que intentan buscar las soluciones adecuadas para un problema que está poniendo en solfa a los habitantes de toda la comarca.
El granizo ha provocado la destrucción de más del 80 por ciento de la cosecha de uva de vinificación de esta zona, pero la situación no es menos dura para otros cultivos. En la reunión del sábado quedó claro que para el conjunto de la agricultura local ha sido un absoluto desastre.

Cosechas perdidas Si en el caso de la uva se evalúa la merma en torno al 80 por ciento, lo cierto es que la situación no es mucho menos para la almendra, para los olivos e incluso para la campaña de hortalizas de verano, pimientos, tomates o pepinos que se cultivan al aire libre y que recibieron las “pedradas” del granizo en el peor momento, cuando estaban a punto para ser recolectados.
Para el Ayuntamiento y para los bodegueros el desastre va mucho más allá de la pérdida de una o de vino, “porque pone en jaque a todo el municipio, su vega, su forma de vida, el trabajo de cientos de familias que ahora mismo no ven la forma de superar un año que se ha hecho negro”.
Y la cuestión es que, a pesar de la sequía, esperaban un buen año de vino porque se han podido mantener los riegos y la uva tenía una más que buena calidad. Ahora las bodegas dependen de los caldos guardados de la anterior campaña para sobrevivir, porque de este año esperan poco. Y Laujar es más del 80% de los vinos de  toda la provincia.