El monumental proyecto de CASI en El Maltés suma 5 años en el dique seco

CASI, la mayor comercializadora de tomate de Europa, presentó hace cinco años el megaproyecto de El Maltés concebido como la mayor instalación agraria de Europa con una inversión prevista de 160 millones de euros.
En la sala de subasta de Los Partidores se dieron cita el 19 de octubre de 2009 el presidente entonces de la cooperativa, Francisco Belmonte, el entonces consejero de Innovación Martín Soler, la delegada de Innovación Sonia Rodríguez, el de Vivienda y Ordenación del Territorio, Luis Caparrós, el de Medio Ambiente, Clemente García y varias decenas de socios que ocuparon los asientos de la sala.

Sin cambio de uso   El proyecto, presentado por José maría Romero, de Mediterráneo Consultores, tenía la alfombra roja de las distintas administraciones, incluido el Ayuntamiento: lo que no había conseguido El Corte Inglés, lo había logrado la cooperativa de La Cañada. Se habló entonces de aunar voluntades y de remar todos en la misma dirección. El proyecto fue aprobado también por el Consejo  y la Asamblea de socios y se dio como fecha de puesta en marcha el primer semestre de 2014.
Sin embargo, el cambio de uso de terreno forestal a industrial, que tendría que haberse resuelto a lo sumo en un año nunca llegó a la Consejería en Sevilla y, desde entonces, duerme el sueño de los justos.
Quizá ya no haga tanta falta este  modélico complejo industrial de 37 hectáreas, en la Cuesta Colorá junto a la Autovía A-7, con área agroindustrial, logística, arquitectura bío y zona de guardería para hijos de los trabajadores, sobre todo después de la adquisición de la antigua nave de Agrupalmería junto al aeropuerto. Sin embargo, los socios de CASI siguen pagando  la inversión realizada en 2004 por la adquisición de 500 hectáreas de suelo forestal a la familia Rosón.
 La inversión realizada fue de diez millones de euros. Quedan aún tres años de amortización más el coste del proyecto que rondó los 800.000 euros.
El proyecto contemplaba la generación de 2.000 nuevos empleos y un Plan de Actuación con la dotación de una instalación de arquitectura bioclimática con cubierta vegetal ecológica. La actuación también incluía la rehabilitación del antiguo cortijo cueva y aljibes del Fidiero y abastecimiento de agua de la desaladora de Carboneras.

Traslado En esas fechas, a través de esta nuevo complejo industrial, la dirección de CASI pretendía solucionar los problemas de colapso de tráfico y falta de espacio de las actuales instalaciones de Los Partidores y de San Isidro, con una superficie de 142.000 y 51.000 metros respectivamente.
Las nuevas naves permitirían también, según este plan, aumentar la masa social de la cooperativa con la incorporación de nuevos socios a los más de 1.000 actuales.
El proyecto se concibió como de interés social y se anunció que contaría con una subvención del Gobierno autonómico. Aún no se habían advertido las dentelladas de la crisis económica, se estaba aún en plena expansión urbanística, y algunas firmas inmobiliarias pidieron incluso precio por Los Partidores.