El campo almeriense se une para pedir auxilio ante los bajos precios

El sector hortofrutícola ha decidido unir fuerzas ante un problema que está causando estragos en las cuentas de los productores y de las empresas, la caída generalizada de los precios de los principales productos.
Impulsados por esa situación ayer se celebraba en Almería una reunión de urgencia a la que acudieron las tres organizaciones agrarias más representativas, Coag, Asaja y Upa, y la Asociación de Comercializadores de Frutas y Hortalizas Coexphal. El objetivo era consensuar las acciones que desarrollarán para intentar frenar la caída de los precios.
Y lo primero que harán es enviar sendas cartas a la Consejería de Agricultura de la Junta de Andalucía y al ministerio de Agricultura donde expondrán la situación real del sector agrícola almeriense, acuciado por este problema, y reclamarán una serie de medidas para salvar esa crisis de mercados.
El mensaje es claro, y es que el campo almeriense “necesita un compromiso expreso por parte de ambas administraciones, ya que los agricultores de la provincia no cuentan con prácticamente ningún apoyo y, muestras de ello, es que no recibimos ningún tipo de ayuda de la PAC”.

Las críticas Las cuatro organizaciones firmantes de este acuerdo afirman no entender cual es el objetivo de alardear de unos datos que no reflejan la realidad y que no hacen más que perjudicar a los agricultores almerienses. Hay que ser realistas y la realidad es que la caída en picado de la renta de los productores está cada vez más agudizada”.
Una de las peticiones a la ministra de Agricultura es que se modifiquen urgentemente los precios de retirada para los productos hortícolas afeectados por el veto ruso, “al ser a todas luces insuficientes”, y que además se solicite a la UE la inclusión de nuevos productos, como es el caso de la berenjena.
La mejor prueba de la falta de apoyo es, para Coag, Asaja, Upa y Coexphal, “el poco uso que se está haciendo de este mecanismo de gestión de crisis en un momento en que es sumamente importante”. Una salida positiva sería la autorización de forma inmediata para el tomate para que este se pueda enviar a la industria de transformación.
La alarma está encendida desde hace ya varias semanas y el tomate es el mejor ejemplo, con descensos de precios que están superando ya el cuarenta por ciento.