La CASI celebra su 70 aniversario con un homenaje a los pioneros

La CASI, la mayor cooperativa agrícola de la provincia, celebró ayer sus primeros 70 años de vida con un canto a la tradición y a la evolución de los nuevos tiempos. Varios centenares de socios se dieron cita ayer en el Auditorio Maestro Padilla para conmemorar este hito impulsado por un grupo de hortelanos de patatas, coliflores y maíz que vivían en cortijos de La Cañada, Los Llanos y El Alquián y que vendían en un puesto en el sótano del Mercado Central. 

De ese alianza de vegueros en un áspero año como el de 1944, ha ido surgiendo todo ese mecano de corridas, invernaderos, suministros, técnicos y un venero de 1.800 socios que es lo que la Cooperativa Agrícola San Isidro hoy día: la mayor comercializadora de tomate de Europa.

Miguel Vargas, su presidente e hijo de presidente, abrió el acto conmemorativo recordando que la CASI es hoy lo que es gracias a su masa social y que “ha habido momentos buenos, malos y regulares, que hemos ido superando, gracias a esos socios pioneros somos lo que somos hoy día, evolucionando en las técnicas de cultivo con el tomate como producto estrella”.

Vargas explicó ante el atril que “con este acto lo que pretendemos es contribuir a que la sociedad almeriense en general nos conozca un poco más y a que todos los socios tengamos un mayor sentimiento de pertenencia a la cooperativa”.

Juan del Agila Molina, fundador de la Caja Rural e impulsor del cooperativismo en la provincia cuando iba altavoz en manos por los pueblos agrícolas de Almería, hizo ayer de relator de la historia de la CASI, “la historia de una voluntad común”, dijo.

El Batallón Floreal
Recordó Juan del Aguila (La Cañada, 1930), que “de ese agua mala y salada hemos tenido un premio que es tomate Raf”. Y se remontó al antecedente de la CASI, “lo que antes de la Guerra se llamaba el sindicato, que era una agrupación de labradores que vendían en el Mercado y que en la Guerra, muchos de ellos se hicieron llamar el Batallón Floreal”.

Cuando pasaron los tres años de tiros y trincheras, el cultivo principal de esas huertas de la vega, en la que no había asomo aún, de plástico ni enarenado era la patata. “Los asentadores de la Plaza adelantaban la patata de simiente y los fertilizantes a los agricultores y con la llegada de la paz nos encomendamos a San Isidro un santo madrileño y labrador, y no al tradicional que era San Marcos”.

Del Aguila rememoró cómo los bancos en esos tiempos no prestaban, en esos tiempos del maestro Pepe como primer presidente, con la sede social en lo que fue Hiper Almería. “Por eso se hacía necesario crear una caja rural ligada a agricultores y la CASI fue la cooperativa fundadora con mayor capital social”. 

José Angel Aznar, profesor de Economía Aplicada de la UAL, habló de la amenaza de Marruecos y del referente de Cosentino como empresa familiar de éxito. Aznar informó del paulatino proceso de concentración de la producción para hacer mejor frente a las cadenas de distribución que imponen sus precios: “el  agricultor solo recibe un 25% del valor final”.

Clara Aguilera, granadina, exconsejera, principal paladín del pepino almeriense cuando la crisis del E.coli y ahora eurodiputada, expuso la importancia que tienen para el agro almeriense las decisiones que se toman en Bruselas y el daño que tienen los comportamientos políticos como el veto ruso para los sectores económicos como el agrícola.

El aniversario estuvo complementado con una exposición fotográfica titulada Tal como éramos comisariada por Miguel Angel Vargas.