El plan de promoción del empleo joven llega a 7.745 almerienses

La puesta en marcha de la Estrategia de Emprendimiento y Empleo Joven han permitido que a día de hoy 7.745 jóvenes almerienses estén trabajando gracias a las medidas de apoyo a la contratación iniciadas por el Ministerio de Empleo y Seguridad Social.

Desde que en febrero de 2012 se aprobara este programa se han ido desarrollando las medidas que contenía, entre ellas la tarifa plana de cotización a la Seguridad Social para nuevos autónomos, los estímulos a la contratación estable y de calidad implantados en 2014 y 2015 o la reforma de los contratos de formación y de aprendizaje.

Según explicaba ayer el Ministerio, a los jóvenes que cuentan con contratos vinculados con este plan se suman los beneficiarios de las acciones formativas y de mejora de la ampleabilidad que gestionan tanto el Estado como las comnidades autónomas. Además, hace unas semanas entró en vigor la ampliación de la edad máxima de acceso al Sistema Nacional de Garantía Juvenil de los 25 a los 29 años, una medida de carácter extraordinario hasta que la tasa de paro entre ambas eedades se sitúe por debajo del 20 por ciento.

Las dudas
Sin embargo esos datos han despertado recelos en los grupos de la oposición después de las declaraciones efeectuadas por el responsable del Instituto de la Juventud, Rubén Urosa, que entre otras manifestaciones rebajó el dato de jóvenes ‘nini’ del 26% que señaló la OCDE hasta el 3% por considerar que muchos de esos jóvenes que ni estudian ni trabajan sí que están buscando un empleo.

Tampoco convencen sus datos en torno al desempleo juvenil ya que la cifra de jóvenes de entre 16 y 25 años que están en paro se estableció en un 49,6 por ciento, mientras que Urosa la rebaja al 27,7 por ciento al incluir en la categoría de jóvenes a los que tienen entre 25 y 30 años.

Las críticas de los partidos y los sindicatos apuntan a una “suavización” de los datos del desempleo juvenil con esas estrategias de no incluir entre los jóvenes ninis a los que están busscando un puesto de trabajo (a pesar de que, en efecto, ni estudian ni trabajan), o la de ampliar hasta años treinta años la franja de edad  el cálculo del desempleo juvenil, con lo cual entran a formar parte de esas estadísticas los mayores de 25 años, en lugar de la franja clásica de 16 a 24 años.