Para miles de almerienses el pulpo seco es un manjar que se podía encontrar en cualquier bar y en cualquier tienda de Adra. Ir hasta la localidad del Poniente era complicado en los años sesenta o setenta, pero muchos consideraban pagado el viaje con poder degustar aquellos pulpos.
La escasez de este producto en las últimas décadas ha animado a un joven matrimonio abderitano, el formado por María José Alcázar a embarcarse en una aventura que acaba de cumplir un año de vida.
Fábrica de salazones El proyecto consistía en elaborar de manera artesanal el clásico pulpo seco de Adra y buscar un hueco en el mercado que estaban convencidos de poder encontrar. Ha pasado un año desde que se pusieron a trabajar en la fábrica, bautizada como ‘Made Siccus’, y construida en la barriada de Puente del Río, y las expectativas se van cumpliendo.
María José Alcázar, que ejerce de gerente de la empresa, afirma que se trataba de recoger las tradiciones y las formas de elaborar un producto “que de alguna manera forma parte de la memoria de los abderitanos y de muchos almerienses que gustaban de pasar por el pueblo en busca del popular pulpo seco”.
Empezaron con ventas al por menor pero poco a poco se están construyendo una clientela fiel, tanto en la provincias como en otras zonas de España desde las que les llegan peticiones, de la mano de los almerienses que tuvieron que marcharse para buscar una vida mejor.
El producto “No hay mejor receta que la tradicional, la que le confiere a este alimento su característico sabor y textura, y nosotros desde el principio apostamos por seguir fielmente la tradición en el proceso de preparación”, explica la gerente, que asegura que el único secreto es el secado en su punto justo y en el uso de una pequeña cantidad de salmuera.
Para producirlo se utilizan básicamente los pulpos que son capturados por la flota artesanal del pueblo y que se comercializan en la lonja. Cuando la demanda es superior a la oferta que encuentran en Adra, recurren a las compras en lonjas de otros puertos del Mediterráneo, sobre todo de Málaga.
Jamón del mar El hecho de que se trabaje con producto fresco, sea sometido a un proceso de secado, que en función del calor y la humedad varía entre 18 y 24 horas,”de forma que queda seco por fuera pero guardando por dentro todo su jugo, todos sus sabores originales”, y se trate únicamente con salmuera para facilitar la conservación y darle sabor hace que en Made Siccus hayan calificado su pulpo seco como el “jamón del mar”, que se puede consumir como el propio jamón, en crudo y sin otra preparación que algún acompañamiento.
María José Alcázar dice que la mejor forma de comerlo es o al horno o a la brasa “porque es como le sale el sabor auténtico, sin necesidad de añadir otros condimentos”. Hoy producen 200 kilos al mes, pero poco a poco la cantidad va en aumento.
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