Cómo lograr tus propósitos de Año Nuevo

Busca las situaciones que rompan con la rutina del día a día

La satisfacción que se produce al cumplir objetivos genera una mayor eficiencia.
La satisfacción que se produce al cumplir objetivos genera una mayor eficiencia. La Voz
Patricia Espada
07:00 • 24 dic. 2018

El año 2019 se acerca, y con él los famosos propósitos de año nuevo. La intención de cumplir expectativas novedosas y objetivos con intención positiva durante los doce meses del año que comienza es una constante en miles de personas cada vez que suenan las campanadas que ponen fin a una noche llena de nostalgia. 



Posiblemente, cuando el mes de diciembre esté llegando a su fin sientas frustración por las cuestiones que se han quedado en el camino. Sin embargo,  el nuevo año puede ser una buena oportunidad para  salir de la “zona de confort”, del ámbito donde nos sentimos a gusto con nuestras rutinas y hábitos. Superar las inseguridades que provoca desactivar el “modo automático” es la primera barrera que  tendrás que derribar si no quieres formar parte del 41%  de gente que abandona sus propósitos antes de que finalice enero. 






Según un estudio publicado por Statistic Brain, solo el 9% de la gente que escribe una lista de propósitos consigue mantenerlos a lo largo de  todo el año. ¿Cuál es el secreto para que nuestros objetivos no pierdan fuerza con el paso del tiempo? 



Los propósitos de toda la vida

No hay demasiada originalidad en cuanto a propósitos se refiere. Entre ellos, dejar de fumar, aprender inglés, ahorrar más, o el objetivo estrella, hacer deporte, son los más recurrentes. Empezar el año con ganas de cuidarse provoca un aumento de público en gimnasios  y parques. Esta situación se repite con la llegada de la primavera y la famosa ‘operación bikini’. 




Para que tus pretensiones no caigan en saco roto, se recomienda que estas sean metas alcanzables y realistas desde el momento en el que se formulan. Definir objetivos específicos y sin plazos determinados son algunas de las claves para que el ánimo no decaiga. 



Del mismo modo, enfocar los esfuerzos en un área de interés ocasiona una fuente constante de motivación y empeño. Otros recursos secundarios que pueden ser determinantes son la búsqueda de un apoyo externo, celebrar los pequeños progresos y concentrarte en el momento presente. 



Tal y como decía Ralph Emerson, “la confianza en sí mismo es el primer secreto del éxito”, por lo que convéncete de que todo es posible y de que los límites solo los        ponemos nosotros.  


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