Adra, un lugar único para disfrutar el verano

El verano 2021 difiere considerablemente del anterior para Adra. La mejoría en los datos de la COVID-19 se traduce en más planes, más alternativas y el regreso de algunas actividades, como ‘Juergas Live Adra’, una nueva versión del festival más variado en cuanto a estilos musicales, organizado para el disfrute de su ciudadanía y de los turistas que visiten la histórica tierra de ‘Abdera’.

Adra es un paraíso por descubrir. Una ciudad con identidad propia que posee atractivos que enamoran a todos aquellos viajeros que no se conforman solo con hacer turismo. Situada en la zona más occidental de la provincia de Almería y enclavada en las estribaciones del sureste de Sierra Nevada, cuenta con 3.000 años de historia, dato que lo convierte en el municipio más antiguo de la provincia. La ciudad es una referencia como destino turístico en Almería y Andalucía y sobresale con su apuesta por el turismo sostenible.

Una ciudad que mira al Mediterráneo

La franja litoral abderitana ofrece una gran variedad de posibilidades y alternativas. Lo mejor de ella es que se trata de una línea de costa casi virgen, ofreciendo a las personas que las visitan una experiencia difícil de olvidar, en plena conexión con la inmensidad del mar y la naturaleza. existen calas naturales, idóneas para practicar submarinismo o pescar. Algunas de ellas tienen un encanto adicional: sólo se puede acceder mediante barco.

Además, Adra es una ciudad respetuosa con el mundo animal. Recientemente la ciudad ha destinado un tramo de playa en exclusiva para disfrutar de la experiencia del baño junto a las mascotas. Se trata de la segunda playa canina de Andalucía con permisos de uso durante todo el ejercicio. 

El municipio cuenta con playas urbanas perfectamente equipadas y dotadas de puntos accesibles para personas con diversidad funcional, y distinguidas con cuatro Q de Calidad Turística y tres Banderas Azules, la playa de Censo, San Nicolás y Sirena Loca.

Patrimonio histórico

Adra es una ciudad milenaria, un enclave histórico en el que, solo con pasear por sus calles, te impregnas y sientes un pasado de más de 3.000 años cruciales para esta tierra. Durante años se ha trabajado, con mucho afán, en poner en valor sus vestigios que se han integrado plenamente en la fisionomía actual del municipio.

Fundada por los fenicios en el s. VIII a. C., la antigua Abdera ha sido codicia de todas las civilizaciones que han habitado la Península Ibérica. Centro de rutas comerciales, contó con una Ceca Romana con la creación de salazones y el ‘garum’ la llevó a establecer una moneda propia que, en la actualidad, se ha convertido en uno de los símbolos más emblemáticos de la ciudad. Gran parte de este ingente legado cultural, que hace de Adra un lugar de interés arqueológico y de obligada visita para los amantes de la historia, se encuentra al alcance de cualquier persona interesada en los distintos centros museísticos y expositivos del municipio. Entre estos citados lugares, destacan los siguientes: La Torre de los Perdigones, el Centro de Arte Fábrica del Vinagre, El Recinto Amurallado de la Villa de Adra, El Torreón de la Vela, La Torre Vigía de Guainos, La Iglesia Parroquial de la Inmaculada Concepción, La Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de las Angustias, La Ermita de San Sebastián, Los Refugios Antiaéreos de la Guerra Civil, El Centro de Interpretación de la Pesca Museo del Mar, el Museo de Adra o las Estrechuras de la Rambla de Guainos, entre otros. 

Gastronomía KM.0

Una de las principales potencialidades de Adra es su capacidad para ofrecer una experiencia culinaria única para sus visitantes: la gastronomía kilómetro cero, con productos frescos y de la zona comienza a despegar como punta de lanza del turismo. De esta manera, reúne las condiciones perfectas para ofrecer lo mejor del mar y de la huerta. Casi una tonelada de frutos procedentes del mar, pescado y marisco de alta calidad, pasan por el puerto pesquero y su lonja durante un año. Entre los productos más demandados por abderitanos y visitantes destacan los boquerones, el choco, choquito, cigalas, melva, jurel o el pulpo, famoso en toda la provincia por su receta “pulpo seco de Adra”.

Su agricultura abarca más de 1.500 hectáreas de producción de frutas y hortalizas de una calidad máxima y reconocidas en el mundo entero, como las sandías, los pimientos los pepinos o las berenjenas. Todo esto hace posible que los productos pasen del mar y la huerta directamente a la mesa.

La calidad de los productos, unida a la forma tradicional de cocinarlos que perduran en las cocinas de la ciudad, confieren a la gastronomía abderitana una diversidad e intensidad de sabores apreciados por los paladares más exigentes. A la vez, su amplia variedad de productos inspira a dar rienda suelta a la imaginación y crear nuevos platos con marca propia y origen autóctono.

Los restauradores del municipio conocen sobradamente el valor de la cocina tradicional como reclamo para los visitantes, por ello aplican en sus cocinas recetas ancestrales, ayudando a su pervivencia. Así, en la cocina abderitana, se presenta como un auténtico vendaval de sabores capaz de conquistar a visitantes con los bocados más exquisitos y con los vinos de la tierra.