“El sureste español debería unirse en la marca común La Huerta de Europa

Carmen Cardila nació en Berja en 1981. Casada, con una niña y esperando la parejita, es licenciada en Administración y Dirección de Empresas por la UAL. Ha sido un fichaje estrella de Vicasol, donde dirige el departamento de Marketing

Su currículum es tan impresionante que el mismísimo Jesulín necesitaría un mínimo de tres palabras para calificarlo. Por mucho que se empeñe en  rebajarse méritos, por modestia, no Carmen, acabar la carrera con matrículas de honor y “sobresalientes raspadillos”, como dice, no es cosa del común de los mortales. Pero es que además ha completado su formación con másteres y múltiples trabajos en universidades y grandes empresas de medio mundo, desde Nueva York a China, pasando por toda  Europa y los Emiratos Árabes.

Y usted, erre que erre, no acaba nunca de formarse.
Ahora también realizo el Doctorado en Economía en la UAL . En Estados Unidos realicé otro Máster en Administración y Dirección de Empresas con la Escuela de Negocios Hult, que me permitió seguir estudiando sobre gestión de empresas internacionales mientras vivía en ciudades con influencia económica importante como San Francisco, Dubai y Shanghai. 

¿Qué le ha aportado su trabajo en todo el mundo?
Me ha permitido abrir mi mente, probarme a mí misma en situaciones muy diferentes, tener que ser más creativa, práctica y resolutiva y no tener miedo a rehacer una vida y encontrar trabajo en cualquier otro lugar y valorar mucho la suerte que he tenido de nacer donde he nacido. A a mi Almería me parece un equilibrio perfecto entre los retos profesionales que se pueden afrontar desde aquí, con la calidad de vida que tenemos que no veo de media en otros lugares teniendo la libertad y seguridad que hay aquí.

¿Se conoce Almería por ahí fuera?
Almería es conocida por David Bisbal, en los mercados donde es famoso, México y Sudamérica. Me decían, “sí sí, el papacito Bisbal”. También por el fútbol cuando teníamos equipo en Primera División. 

En Europa sí nos conocen por nuestra agricultura.
En Europa saben que muchos productos vienen de España pero tampoco conocen la marca Almería. Si te vas a las facultades de Agrónomos, sí. Pero la gente no distingue los productos de Almería,como tampoco distingue un tomate pera de un rama. Quieren que esté rojo y bonito, y ya está.

¿Entonces es necesario darnos a conocer en mayor medida, para tener también más fuerza?
Esa va a ser mi lucha, ver en qué es nuestra agricultura y nuestra producción diferente y mejor, no solo en Vicasol sino con la marca Almería. En las mesas de marketing digo que debemos trabajar mucho no solo la marca Almería, sino la Huerta de Europa. Pero no solo Almería, sino también Murcia y Granada. El sureste debería unirse en la marca Huerta de Europa, porque las cosas cuanto más grandes mejor, el tamaño importa (Risas). 

¿Qué tiene un tomate del sureste que no tenga el holandés?
Tenemos que vender que nuestros productos han consumido, para llegar a buen término, muchos recursos naturales, como el sol. Que nuestros productos salgan de una optimización bestial de los recursos naturales es un buen valor. Un tomate de Holanda tiene más tecnología.

Hábleme de Vicasol, que acaba de cumplir 40 años y se pone como ejemplo de democracia interna, de participación, de sus 1.000 socios.
Los primeros meses han sido como un sueño hecho realidad que le dan sentido incluso a mi vida personal y laboral. En primer lugar porque en Vicasol he encontrado un equipo de personas estupendas, con una cercanía, pasión y calidad humanas increíbles, muy trabajadoras, serías y profesionales en lo que hacen y que me permiten innovar y hacer cosas nuevas. La cooperativa está centrada en el socio, al que se le ofrecen un gran número de servicios.

De los 2.500 trabajadores en temporada, más de un 70% son mujeres. Es de suponer que tendrán mando en plaza.
 Vicasol llevaba haciendo desde hace años su plan de igualdad, incluso tiene a una mujer en la Junta Rectora y las directoras de departamento también son mujeres en su mayoría. Yo soy un ejemplo más de la forma de trabajar natural de Vicasol. Hace  años, la empresa se dio cuenta que había que seguir invirtiendo en la formación técnica, pero también en la humana. En Vicasol se trabaja con las jefas de línea en inteligencia emocional y coaching para que hablen con asertividad a las mujeres.

¿Es de ferias?
Las ferias son entrañables, ya que consiguen reunir aunque sea por esos días hasta a las familias que viven separadas. Las de los pueblos son preciosas cuando vienen los que emigraron y mi gran feria es la de Almería. Me parece sencilla, como la gente de Almería, pero que da muy buena acogida y tiene una oferta más que suficiente. Recuerdo la feria  desde que se hacía en el Puerto, luego en la Avenida del Mediterráneo y mis juergas en la del medio día vestidas con las compañeras de danza del conservatorio de Almería. 

¿Hay algo que eche de menos en ella?
Con mi vinillo, mi pincho, mi bocata de salchichas, la feria del mediodía, las casetas, las actividades para niños. No hay nada que pueda echar de menos, pero sí hay algo que me ha encantado este año, han sido las horas que dedicaron a los niños con autismo apagando los ruidos por unas horas en las atracciones. Ojalá en futuras ediciones dediquen unos días más, pues las fiestas cuanto más inclusivas mejores serán.