Comendador: “Los Coloraos no son de nadie, son de todos”

Tapado por una carpa que facilitaba la sombra a los participantes, el Monumento de homenaje a los Mártires de la Libertad ‘Los Coloraos’ recibía este sábado la ofrenda de coronas de laurel y rosas rojas que simbolizan el reconocimiento de la Corporación municipal -con las destacadas ausencias del concejal de Cultura, Diego Cruz, y de la portavoz de Podemos, Carmen Mateos- y de la sociedad almeriense a los 22 miembros de la ‘División de la Libertad’ fusilados el 24 de agosto por rebelarse contra Fernando VII.

Unos defensores de la libertad contra el absolutismo del “rey felón” que el orador de este año, el ex alcalde de la ciudad, Luis Rogelio Rodríguez-Comendador, quiso llevar a todos los almerienses. Y es que hizo crítica, incluso de su propia etapa municipal, sobre una celebración que “debía suscitar el apoyo sincero y unánime de todos los almerienses” y “adolece de suficientes puntos de conexión con el tejido social almeriense” por lo que tiene claro que “algo habremos hecho mal”.

Reivindicó la figura de estos mártires de la libertad, así como de otros movimientos similares que sucedieron en Tarifa, Estepona, Algeciras o Málaga, que con el paso del tiempo “han permitido comprobar la razón y el acierto de la motivación constitucionalista y liberal”, dejando sobre la mesa el desconocimiento que durante años ha existido sobre los hechos almerienses preguntándose si, al igual que pasó con el fusilamiento del General Torrijos, un artista como Antonio Gisbert lo hubiera plasmado en un cuadro qué habría pasado.

No existían cuadros pero sí que esta historia ha sobrevivido de generación en generación gracias a quienes no la olvidaron. Entre ellos colocaba él a su abuelo, quien “sentado en una mecedora que tenía en el despacho, y con su puro en la mano” le desgranó “los detalles de este episodio histórico” algo que quedó grabado en su memoria infantil en unos años, los sesenta del siglo pasado, en el que “el episodio de Los Coloraos era apenas un recuerdo vago”.

Y es que en su pregón defendió la tradición familiar que le entronca al liberalismo. Así hizo mención a su tatarabuelo, Agustín de Burgos Cañizares, alcalde de Almería y senador; su bisabuelo, Rogelio Pérez García, que fue alcalde republicano en Almería en 1900 y 1905; así como su abuelo, diputado en las Cortes Constituyentes de 1931.   

A la finalización del pregón el alcalde de la capital, Ramón Fernández-Pacheco, hizo entrega del Escudo de Oro de la Ciudad a Rodríguez-Comendador, al alcalde que “más veces ha presidido el homenaje a Los Coloraos” y de quien destacó su “vocación humanista enraizada en una larga tradición jurídica familiar y una trayectoria de permanente servicio, desde la política y la administración a la sociedad almeriense”.

Presencia
Sea por la hora del acto o por coincidir este año con el último día, lo cierto es que había poca presencia de público en este acto solemne al que no faltaron representantes del resto de instituciones tanto provinciales como autonómicas.

Así ha contado con la participación de la presidenta del Parlamento andaluz, Marta Bosquet; el vicepresidente de la Junta de Andalucía, Juan Marín; la consejera de Cultura, Patricia del Pozo; el subdelegado de Gobierno, Manuel de la Fuente; la delegada de Gobierno, Maribel Sánchez; o el presidente de la Diputación Provincial, Javier Aureliano García. 

A estos se sumaron representantes tanto en el Congreso de los Diputados como en el Senado, así como autoridades militares.