Las obras en el Casco Histórico cambian los planes de la magna del 29 de octubre

Las actuaciones de la plaza Masnou obligan a cambiar parte del recorrido de la magna

Las obras ya han arrancado en la Plaza Masnou.
Las obras ya han arrancado en la Plaza Masnou.
Álvaro Hernández
21:08 • 09 sept. 2022

El delicado y complejo trabajo necesario para encajar los horarios e itinerarios de la procesión magna de Almería del próximo 29 de octubre, con diez pasos en la calle, ha encontrado un importante escollo. Y precisamente se encuentra en los alrededores de la Catedral, punto neurálgico de esta jornada histórica, ya que es el lugar en el que termina el recorrido oficial.



En concreto, es en la calle Murillo y la plaza Masnou donde han arrancado ya unas obras que se extenderán en el tiempo durante, aproximadamente, cuatro meses. Si bien estas dos vías de la ciudad no forman parte del recorrido oficial de la magna (que arranca en el cruce del Paseo de Almería con Navarro Rodrigo para bajar hasta General Tamayo, ir a la plaza Virgen del Mar, calle Real, Eduardo Pérez y Plaza de la Catedral), sí iban a tener una especial importancia en la noche del 29 de octubre.



No en vano, era la calle por la que alguna hermandad de las diez participantes en la magna había decidido salir de la plaza de la Catedral (recorriendo antes la calle General Castaños, la calle Velázquez, la Ronda del Beato Diego de Ventaja y la plaza Bendicho) tras pasar ante las puertas del primer templo de la Diócesis.



Pero, efectivamente, habrá que cambiar de hoja de ruta para el próximo sábado 29 de octubre, ya sea por los alrededores del antiguo Hospital Provincial, bien sea por la calle Cervantes hacia la UNED, ya que la zona de la calle Murillo y la plaza Masnou se encuentran completamente levantadas.



Si bien podría llamar la atención lo oportuno de esta actuación en pleno casco histórico a las puertas de una celebración que podría atraer a miles de turistas y visitantes hasta el centro de la ciudad, cabe recordar tres aspectos: el Ayuntamiento trabaja desde el mes de abril en la licitación de estas obras de remodelación de plazas y espacios públicos en el Centro Histórico que incluye la instalación de contenedores soterrados; la crisis global ha complicado la llegada del material necesario para la instalación de esos contenedores, retrasando así las obras; y, por último, los tiempos y plazos propios de cada uno de los actores implicados en esta situación.



Al fin y al cabo, ese engranaje que tiene que funcionar a la perfección para lograr que todas las piezas encajen y que el 29 de octubre no haya problema alguno tiene, como protagonistas a diez hermandades, la Agrupación de Hermandades y Cofradías como canal conductor, y el Ayuntamiento de Almería, con distintas concejalías implicadas.



Así, según ha podido saber LA VOZ, las hermandades habrían enviado los itinerarios planteados para la procesión magna en el mes de junio, pero fuentes municipales aseguran que esta información no llegó al Ayuntamiento hasta finales de agosto, no pudiendo tener margen para posponer las obras hasta la celebración de la procesión magna del 29 de octubre.



Ahora, la Agrupación de Hermandades trabaja con el Ayuntamiento y las propias hermandades participantes en la magna para cerrar los itinerarios definitivos que, a falta de solo mes y medio para la cita histórica, no se han dado aún a conocer. 


Las obras

Con un presupuesto base de licitación de 136.203,03 euros, IVA incluido, las obras en la Plaza Masnou seguirán un diseño continuo a las ya ejecutadas por el Área de Urbanismo e Infraestructuras sobre la calle Trajano y su entorno. Sobre la zona, ampliando los trabajos a parte de la calle Real y la calle Murillo, está previsto suprimir el desnivel entre la acera y la calzada y eliminar las barreras arquitectónicas. De la mano del Área de Sostenibilidad Ambiental, la batería de contenedores existente en la calle Real será soterrada, de modo que el espacio ganará en accesibilidad, limpieza y visibilidad.


Está contemplado el traslado para su posterior trasplante en otro espacio de los tres ficus, que serán sustituidos por dieciséis naranjos, una especie más propia de Almería y cuyas raíces dañan menos un espacio en el que se va a modificar el pavimento y se va a habilitar un parterre con vegetación autóctona de cara a salvar el desnivel actual.


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