Un cartel de Semana Santa para salir a hombros

De Almería a Málaga, y viceversa: opinión sobre los carteles de Semana Santa

Cortés del Pueblo, ovacionado al salir del Teatro Echegaray. Foto de 101TV
Cortés del Pueblo, ovacionado al salir del Teatro Echegaray. Foto de 101TV
Álvaro Hernández
20:55 • 15 ene. 2023 / actualizado a las 22:03 • 15 ene. 2023

“Y ahora que lo lleven a hombros hasta la Victoria. Se lo merece”. Con esa propuesta tan taurina y tan de otros tiempos aplaudía el periodista y profesor universitario Francisco Javier Cristófol lo que un almeriense logró en Málaga: Pablo Cortés del Pueblo (criado en El Zapillo hasta sus 17 años) salía el pasado jueves ovacionado del Teatro Echegaray después de presentar el cartel de la Semana Santa de este 2023 para la capital de la Costa del Sol, un cartel en el que, a decir verdad, no cabe más Málaga.



Pero más allá de gustos y cuestiones meramente subjetivas, lo de Cortés del Pueblo y Málaga tiene algo que deja lugar a pocas dudas: nada mejor que hacer cartelista a un artista que conoce tu ciudad, tus costumbres, tu vida cofrade... Y Cortés del Pueblo es ese caso en Málaga, al igual que lo fue para la Semana Santa del 2022 Fernando Prini.  Y aquí es donde esta columna de opinión hace las maletas para recorrer los 200 kilómetros que separan Málaga de Almería para hablar de lo que pasó tres días después de que Cortés del Pueblo y el cartel protagonizado por su hermana Marina salieran ovacionados y casi a hombros del malagueño Teatro Echegarary.



El Prendimiento



Trataba antes de apartar lo subjetivo para hablar del cartel de Málaga, pero hay que reconocer una cosa: cada cual tiene sus filias y sus fobias. Lo que pasa es que a veces cuesta reconocerlas.



Por ejemplo, entre mis filias está Pablo Cortés del Pueblo y todo lo que haga sobre un lienzo, aunque sea un folio en blanco. Y, por si fuera poco, de partida considero que casi todo lo que se haga en Málaga está a 50 años de distancia de lo que podamos imaginar en Almería. 



Dicho esto, tocan las fobias. Y resulta que una de las fobias de muchos cofrades almerienses reside en la plaza Bendicho. No sé los motivos ni me importan mucho, pero existe cierta tirria hacia el Prendimiento que Dios sabrá el porqué.



En cualquier caso, el cartel presentado en el salón de plenos del Ayuntamiento de Almería, obra del gaditano afincado en Dos Hermanas Martín Mena, tenía todos los ingredientes para que los ‘Prendiófobos’ reventaran como un huevo contra el suelo.



No en vano, el cartel está protagonizado única y exclusivamente por el Cautivo; hecho por el artista que presentó hace apenas dos meses el cartel del 75 aniversario del Prendimiento y, además, el buen hombre se refirió a la imagen durante la presentación como ‘el Señor de Almería’, cosa que genera un rechazo singular fuera del círculo ‘prendío’.


Por si fuera poco, el Prendimiento es, desde ayer, la primera hermandad que repite dos años consecutivos como protagonista de cartel (después de que en 2022 fuera la imagen del Prendimiento una de las dos representadas por el también sevillano Andrés Torrejón para anunciar la Semana Santa del año pasado). Y, para los conspiranoicos, la guinda del pastel: el presidente de la Agrupación es hermano del Prendimiento. 


Todo cuadra: el cartel se merece el mayor de los desprecios, pensará alguno. 


Desde luego, hay algo que no pasó en la presentación:  Martín Mena no salió a hombros. Y no es por falta de mérito. Es que, a pesar de  los pesares (el homenaje al cartel de almeriense Pérez Siquier o el riesgo asumido haciendo un cartel con lo que más y mejor conocía a pesar de poder llevarse más de una crítica para compensar así el tardío encargo de la Agrupación), ninguno de los últimos cuatro cartelistas conocían nada de Almería o su Semana Santa. Mucha calidad, indiscutible, con un contenido que solo conseguirá conmover a los devotos del Cautivo. Pero la Semana Santa es más.


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