En 2023 la Diócesis de Almería vivirá un hecho histórico con la puesta en marcha de la primera comunidad parroquial de la Vega de Acá, un proyecto liderado por Francisco Sáez en un local situado en la calle Árbol del Caucho. Tras este hito, se esconde un problema (en términos espirituales) para muchos vecinos de las zonas nuevas de Almería: la capital tiene zonas desérticas en lo que a iglesias se refiere.
Un simple vistazo a un plano de Almería que nos permita situar las iglesias del núcleo urbano de la ciudad deja lugar a pocas dudas: la Avenida del Mediterráneo se ha convertido en una especie de frontera que la Diócesis aún no ha logrado cruzar. No en vano, las 'últimas' iglesias antes de llegar a esa cicatriz de asfalto son las de Jesucristo Redentor (en la rotonda junto al Centro Comercial Mediterráneo), la de San Pablo (en las 500 Viviendas) y la de San Pío X (en El Zapillo), a las que habría que sumarles las excepciones de Santa María Magdalena (en Los Molinos) y Santa María Madre de Dios (en El Puche).
Por el contrario, en el centro histórico de la capital las hay a pares en cuestión de metros. Desde la iglesia de San Pedro hasta la de Santiago hay apenas un par de calles, al igual que entre esta última y San Sebastián. También están separadas por pocos metros San Agustín, San Ildefonso y Los Ángeles, por poner solo unos ejemplos. Ante esa situación, y con una Vega de Acá en plena ebullición pero con absoluta sequía parroquial, el plan del Obispado de Almería está claro: "Hay que ir pensando en la zona de crecimiento", expone el vicario general de la Diócesis, Ignacio López.
Planes episcopales
Con la creación de una primera comunidad parroquial en la Vega de Acá se cumple con una vieja aspiración de la Iglesia católica en Almería y, al mismo tiempo, se pone la primera piedra del crecimiento diocesano en la capital.
Si bien esa primera parroquia abriría sus puertas en la calle Árbol del Caucho, lo cierto es que la Diócesis de Almería tiene unos suelos reservados para la construcción de una iglesia en esta zona: se trata del solar situado entre la Avenida Vega de Acá y la calle Miguel de Molina.
No obstante, este es solo el comienzo. "Está bien que el centro esté bien asistido, que lo está y lo seguirá estando, con misas diarias y cultos, pero hay que pensar en la zona de crecimiento", apostilla el vicario general de la Diócesis de Almería. "Hará falta otra parroquia en la zona sur de la Vega de Acá", concreta López Román.
Es ahí donde se abre un amplio abanico de posibilidades. Con la zona norte de la Vega de Acá cubierta eclesiásticamente con la parroquia que abrirá a escasos metros del estadio y que, en un futuro, podría ver materializada la construcción de un templo en la rotonda de Patatas Salcedo, faltaría aún una amplia zona por cubrir. Se trata de esa zona sur a la que hace referencia López Román y que comprende todo el área situada entre el Auditorio Maestro Padilla y la desembocadura del río Andarax, pasando por el colegio Nueva Almería, el futuro conservatorio y una zona fundamental: ese nuevo sector de la ciudad que va desde el Recinto Ferial hasta el mar, y que ya tiene las calles dibujadas.
Precisamente es en esta zona donde el Obispado podría fijarse en un futuro para levantar un nuevo templo. No en vano, si bien siempre cabe la posibilidad de que la Iglesia adquiera suelos para construir una parroquia en este extremo de la ciudad (algo poco probable en el corto y medio plazo teniendo en cuenta la multimillonaria deuda que arrastra la Diócesis de Almería), es ahí donde el Obispado podría negociar la cesión de suelos propiedad del Ayuntamiento de Almería en esta zona de expansión de la ciudad.
Con los planes especiales urbanísticos de la ciudad en la mano, y una vez comprobados qué suelos están reservados para zonas verdes y cuáles se han proyectado ya para albergar centros educativos y zonas deportivas, aún quedaría un área a la que podría aspirar el Obispado (a cambio de lo que estipulara el Ayuntamiento): se trata de suelo denominado SIPS ('Servicios de Interés Público y Social'), de una superficie total superior a más de 5.400 metros cuadrados situados entre las futuras calles Polonia y Nueva Sortina.
Si bien se trata solo de una posibilidad que el Obispado quizás no se plantee a corto plazo, lo cierto es que negociar el uso de esos suelos podría ser lo más cómodo en términos económicos para la Diócesis de Almería, especialmente si se tiene en cuenta la actual situación financiera de la Iglesia en Almería.
Otras zonas
No obstante, la Vega de Acá, con la primera parroquia en la zona próxima a La Goleta y la futurible iglesia en la zona sur, no es la única parte de la ciudad en expansión que el Obispado tendría en su lista para tratar de crecer siguiendo el ritmo de la capital.
No en vano, el propio vicario general también señala a la zona de La Pipa y las proximidades del Centro Comercial Torrecárdenas (también alejadas de parroquias) como otros puntos de Almería en los que la Diócesis tiene el gran reto de crecer.
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