¿Quién fue el cura al que le van a poner una calle en Almería (por fin)?

El último pleno del Ayuntamiento de Almería aprobó algo que dormía en algún cajón desde hace ocho años: la ubicación definitiva de una calle que ya fue aprobada en 2016 dedicada al cura almeriense Hugo Moreno López, quien no fue un sacerdote más, desde luego. Nacido en Almería en 1883, a Moreno López se le queda muy corto el sobrenombre de "cura rojo". De hecho, fue un cura republicano, tan al margen de las corrientes dominantes de su época que por ser, llegó a ser un cura con ideas anticlericales que escondió bajo un pseudónimo. Pero vayamos por partes.

Para empezar por el final, hay que reconocer que al pobre Moreno López no se le ha pagado con una calle lustrosa de la ciudad. Su nombre dará nomenclatura a un trozo de asfalto que no es sino la vía de servicio de un tramo de la N-340 (llamada oficialmente Avenida del Alcalde Juan Francisco Megino López). Pero, al menos, se dará cumplimiento a lo aprobado en pleno hace ya ocho años.

Y todo, gracias al empeño de un profesor universitario que ni siquiera es almeriense, pero que ha defendido el nombre de este singular sacerdote. Fue el historiador y profesor de la Universidad Complutense de Madrid Antonio César Moreno quien solicitó que Hugo Moreno López tuviera un nombre en la ciudad de Almería. Ocho años después, es el mismo profesor quien ha reclamado que el Ayuntamiento dé cumplimiento a aquel acuerdo de 2016, preguntando por ello a la Federación Andaluza de Memoria Democrática. "Me alegro de que, aún con tantísimo retraso, se haya cumplido la promesa del reconocimiento real de una persona con tan altos valores sociales, culturales y de gran humidad", afirma José Barragán Pilar, vocal de Relaciones Institucionales de la citada federación. 

¿Quién era Hugo Moreno?

Más allá de la característica lentitud de lo burocrático, cabe centrarse ahora en el verdadero protagonista de estas líneas; el sacerdote almeriense Hugo Moreno López. O Juan García Morales, pseudónimo con el que escribió no pocos artículos (con mucha miga, para ser un sacerdote).

Su carrera estuvo marcada por aquel recién nacido catolicismo social especialmente preocupado por las más crudas realidades sociales y económicas de la España de principios del siglo XX. Así lo hizo en el inicio de su carrera sacerdotal en Almería y también en Madrid, lugar al que se desplazó (con permiso episcopal y bajo el dudoso pretexto de cuidar a su hermano) en 1917. 

Y en Madrid creció en todos los sentidos: conoció a los más desfavorecidos de la capital y, al mismo tiempo, entró en contacto con un elevado círculo literario protagonizado por gigantes del tamaño de Azorín o Pío Baroja. Comenzaba así su propia carrera literaria, colaborando en medios impresos como 'Cervantes' (dirigido por el también almeriense Francisco Villaespesa), 'La Voluntad' o 'La Esfera', empezando a dar salida a ciertas ideas republicanas y, sorprendentemente, anticlericales. 

Diez años más tarde, el obispo de Madrid le retiró las 'licencias ministeriales', ese permiso especial concedido por el obispo de Almería para ejercer en la capital de España. Sin embargo, Moreno se declaró en rebeldía, y se quedó en Madrid, en una situación irregular. Fue en ese momento, y coincidiendo con la cercana llegada de la Segunda República en 1931, cuando Hugo Moreno se lanzó a la escritura bajo el pseudónimo de Juan García Morales, con artículos para el Heraldo de Madrid así como obras en las que se identificaba un marcado caracter anticlerical. Y solo era el comienzo: también colaboró de forma estrecha con las autoridades republicanas realizó labores como propagandista en la Guerra Civil.

En 1939 se exiliaba a Francia, donde empezaba su singular calvario. Trabajó en diversas colonias infantiles francesas y estuvo internado en el Campo de Gurs, donde conoció el aislamiento y la ceguera. Tras su liberación, fue perseguido y finalmente murió en 1946. A día de hoy, se desconoce dónde está su tumba. Pero sí dónde está su calle en Almería: la calle Presbítero Hugo Moreno López será pronto una realidad.