Roma tendrá la última palabra para vender el Seminario de Almería

El pasado lunes, la Casa de Espiritualidad de Aguadulce, lugar en el que reside actualmente el obispo de Almería, acogía un relevante encuentro. Antonio Gómez Cantero citaba allí a todos los sacerdotes de la Diócesis para tratar - una vez más - la delicada situación económica que atraviesa la Iglesia en la provincia y tantear las opiniones respecto a la posible venta de la joya de la corona de la cartera inmobiliaria diocesana: el Seminario de Almería.

Sobre el encuentro hay muchos rumores y poca información oficial. No en vano, en la reunión se pidió expresamente a los curas allí presentes (medio centenar, aproximadamente) que no comentaran fuera de aquellos muros los asuntos que allí se iban a tratar. No obstante, LA VOZ ha podido confirmar algunos de los temas puestos sobre la mesa en este encuentro económico organizado por el obispo "para mayor transparencia y mejorar la comunicación", tal y como rezaba la convocatoria.

Sin embargo, lo cierto es que algunos de los sacerdotes asistentes a la reunión afirman que el obispo de la Diócesis de Almería apenas habló. Fue el ecónomo de la Diócesis, el expolítico catalán Xavier Pomés, quien se dirigió a la parte del clero allí presente recordando la millonaria deuda que tienen que afrontar las arcas diocesanas. Y con esa carta de presentación, se plantea que la venta del Seminario pondría solución a las próximas necesidades de pago bancario.

No obstante, el pasado y el futuro se dan la mano para que la simple idea de una posible venta cause cierto rechazo entre los alzacuellos almerienses: primero, por parte de aquellos que se formaron en la finca situada en la Carretera de Níjar y que guardan allí sus recuerdos; por otro lado, el miedo a que deshacerse de este edificio suponga hipotecar el futuro vocacional de la Diócesis de Almería, que forma ahora a sus próximos sacerdotes en la vecina Diócesis de Cartagena. No obstante, algunos de los sacerdotes consultados por este periódico certificaron en la reunión del pasado lunes que la hipotética venta del Seminario se presenta como "única y urgente solución al problema", dando por hecho que la operación será una realidad tarde o temprano.

Por parte del equipo de gobierno del Obispado, las sensaciones tras la reunión no fueron malas: se transmitió la información sobre la situación para que todo el clero esté al tanto del panorama financiero y de esa posible venta del Seminario. Además, desde el Obispado confirman a LA VOZ que, efectivamente, existe una oferta, pero también se explica que a día de hoy se estudian otras opciones, como el alquiler o la cesión por un número de terminado de años.

Durante el encuentro, hubo voces que se mostraron contrarias a la operación e incluso se llegó a plantear que algunos de los datos facilitados por Pomés no eran ciertos, generando ciertos desencuentros y momentos de tensión en la reunión.

En ese sentido, las alternativas propuestas por el clero insisten en dos inmuebles: la propia Casa de la Espiritualidad, situada en un suelo dotacional del municipio de Roquetas de Mar que habría que modificar previamente; y el edificio de la plaza de Bendicho en el que se encontraban las oficinas de la curia, que fueron trasladadas al propio Palacio Episcopal para una posible operación que nunca llegó. 

En relación con la información económica, se informó a los sacerdotes allí presentes que todos los curas pueden consultar y comprobar en el Obispado la famosa auditoría realizada por Deloitte (y que nunca se hizo pública aludiendo a razones de confidencialidad).

¿Quién tiene la última palabra?

Según afirman quienes presenciaron la reunión, Gómez Cantero aseguró que "la responsabilidad" de la venta del Seminario es suya. Y efectivamente, será él, como obispo de Almería quien eleve la oferta elegida para la compraventa del Seminario a los órganos que deben aprobarla: el Colegio de Consultores y el Consejo de Asuntos Económicos. De estos dos órganos dependerá la venta del Seminario: el obispo propone la operación y los dos órganos la aprueban o dan su negativa. 

De hecho, desde el Obispado explican que la notaría no cierra la operación si no están presentes los certificados de que estos dos órganos han aprobado la compraventa, siguiendo así las normas estipuladas por el Derecho Canónico.

No obstante, en el caso concreto de la compraventa del Seminario no serían ni el obispo de Almería ni los dos órganos consultivos los que deciden la operación: al ser superior al millón y medio de euros, es el Vaticano, a través del Dicasterio para el Clero, el que debe aprobar (o no) la cada vez más probable venta de la finca del Seminario de Almería, una propiedad de la Iglesia de Almería que, desde un primer momento, ha sido una de las opciones más tanteadas para solventar la deuda episcopal, ya sea alquilándolo a alguna universidad o incluso a alguna compañía hostelera.