Cuándo y por qué suena la campana de la Alcazaba

La Torre de la Vela de la Alcazaba de Almería está coronada por una campana que se ve desde distintos puntos de la ciudad y que estuvo casi medio siglo guardando un silencio sepulcral hasta que alguien llegó para rescatarla. Gracias a eso, la campana suena solo una vez al año, en un momento muy especial que va camino de convertirse en tradición y, de paso, sirve para homenajear a distintas personalidades almerienses que ya han tenido el inmenso honor de tocar la campana de la Alcazaba.

¿Cuándo suena?

La campana tiene nombre, y suena en el día de su festividad, gracias a una tocaya. Así se podría resumir la situación actual de la campana de la Torre de la Vela de la Alcazaba, que tiene por nombre Santa María de los Dolores. Por eso, es cada 15 de septiembre, festividad de Nuestra Señora de los Dolores cuando alguien hace tocar la campana. 

La impulsora de esta iniciativa es la hermandad de la Soledad, que celebra ese día una de las grandes fechas relacionadas con la Virgen de la Soledad, gran devoción de Almería capital. 

¿Por qué suena (y quién la toca)?

El tañido de la campana 'de los Dolores' de la Alcazaba volvió en 2014 gracias a la Soledad, y a partir de 2019 se consiguió autorización para que el toque se repitiera todos los años, algo que solo quedó interrumpido en 2022 con motivo de las obras de restauración de esta zona de la Alcazaba.

Desde entonces, son varios los almerienses que han tenido el honor de hacer sonar la campana en la festividad del 15 de septiembre. En este 2024, el homenajeado ha sido Eduardo Blanes Arrufat, hermano de la cofradía de la Soledad, insigne arquitecto de esta ciudad y este año pregonero de la Virgen del Mar, patrona de Almería. 

A las doce del mediodía, la hora del Ángelus, Blanes Arrufat hizo sonar la campana de la Torre de la Vela de la Alcazaba siguiendo así con una tradición que en 2023 cumplió la alcaldesa de la ciudad, María del Mar Vázquez, con motivo del 250 aniversario fundacional de la cofradía, y que en 2021 recayó en Francisco Escámez, consiliario de la hermandad y párroco de la iglesia de Santiago desde hace 20 años.