Sus padres, dos fotoperiodistas incombustibles de la prensa almeriense, presumen hoy orgullosos de hijo, narrando las no pocas anécdotas que atesora un flamante hermano mayor electo al que se la han quedado cortas varias túnicas del Prendimiento. Cofrade desde chiquitito, de verdad, Carlos Mullor es la confirmación de que, por mucho que las cosas se den por hechas de puertas para afuera, hay que lucharlas con tesón desde dentro.
- ¿Cómo afrontas ser el nuevo hermano mayor del Prendimiento?
Con mucha ilusión, por descontado. El día de las elecciones fue un día bonito, ilusionante. La participación tan masiva de los hermanos siempre es una buena forma de empezar un mandato. Se afronta con ilusión y el respeto de lo que supone representar al Prendimiento.
- Al Prendimiento se le mira mucho desde fuera de la propia hermandad. ¿Qué podemos esperar de estos 3 o 6 años?
De momento 3 años, luego ya iremos viendo. ¿Qué se puede esperar? Una línea continuista, y no me refiero a los 6 años de María del Mar Marín, sino a los últimos 10-15 años con Pepe Miras, Enrique Marín, Isaac Vilches, María del Mar... Es un proyecto que nunca termina de acabarse. Ahora mismo, la hermandad está en un buen nivel, viene gozando de una muy buena salud y los últimos 6 años han sido muy buenos, incluso con el COVID y todo lo que hemos vivido las hermandades. Pero creo que la hermandad no tiene techo, le queda mucho que recorrer, muchas cosas que mejorar, muchos proyectos que se pueden abarcar...
- ¿Qué es lo más urgente que hay que abordar?
Urgente no es una cosa que necesite subsanarse, sino continuar: el trabajo con los hermanos. Trabajar en seguir haciendo hermanos, que la gente se acerque al Prendimiento y que la gente que está dentro sea activa. Si hoy somos 40-50 personas activas de diario, que el año que viene sean 100, el siguiente 150.... Son números aleatorios, porque la hermandad tiene mucha fortuna con sus hermanos, los cultos siempre están llenos, las actividades están siempre a reventar de gente... Pero los hermanos son la piedra angular del proyecto. No es algo a mejorar, no es un debe, es algo que tenemos que seguir construyendo. Es la base.
- En una hermandad que lo tiene todo (casa, patrimonio...) ¿Qué viene después?
La hermandad no está ni muchísimo menos acabada. Lo parece, pero le queda un camino por recorrer increíble. Ha conseguido hitos muy destacables, pero son 75 años cumplidos en 2023 y reales de trabajo continuo hablamos de 50 desde la reorganización. Eso, en el ámbito de otras Semanas Santas no es nada. Una de las cosas que más ilusión me hace no es nada patrimonial, sino el estilo de cofradía: esta es la línea y yo veo al Prendimiento en sus insignias, y en su paso de palio y en el misterio y en el conjunto. Prendimiento es muy identificable en muchas cosas y creo que ese es un trabajo bonito.
- En lo material, ¿algún capricho?
Hay proyectos que se están trabajando para que en el próximo cabildo de hermanos se puedan aprobar. El paso del Cautivo es un conjunto muy rematado, pero seguro que siempre hay alguna cosa que puedes cambiar. El misterio, cuando se acabe el dorado quedan los faldones, la ropa del misterio se puede plantear, el palio algunas cosas se pueden cambiar y mejorar... Una hermandad es viva en todo, también en el patrimonio. Y luego está el mantenimiento. Hay que hacer cosas cuando se tiene solvencia económica y estética. Pero también hay que cuidar lo que tenemos y tener las medidas suficientes para conservar el patrimonio, arreglar lo que se estropea... El enriquecimiento no es solo hacer cosas nuevas por hacerlas.
- Una cosa en la que el Prendimiento sí parece tener techo es en lo musical. Una vez que perdéis a la Pasión de Linares, parece que ese vacío no se rellena. El techo es que Almería está lejos para traer a bandas de cierto nivel... ¿Cómo se soluciona?
La hermandad está muy contenta con las tres bandas. Suena protocolario , pero es verdad. Venimos de años en los que ha habido muchos cambios menos en el palio, con Sorbas. El Carmen se ha empezado a estabilizar y es un seguro de vida apostar por el patrimonio musical de la ciudad. Y el misterio los años de la Pasión fueron años fantásticos, vino Lágrimas y hay que ser realistas: vienen de San Fernando y estamos en Almería. La Semana Santa de Almería tiende al error pensando en la música no como un complemento. Por capacidad económica podríamos permitirnos buscar a ciertas bandas, pero pueden venir un año o dos. En cuanto les salga algo en su provincia, se quedarán allí. La música es importante, pero hay que cuidar más el tema de repertorios y cuidar el patrimonio musical que se saca a la calle que preocuparse por la banda que acompaña.
- Eres el primer no Marín que llega ahí desde hace más de 10 años. ¿Impone?
No asusta, al revés. Si el apellido Marín es reconocible es porque muchísima gente de esa familia ha dado su vida por la hermandad y eso es necesario. No da vértigo, es una lección de aprendizaje. De María del Mar, de Blas, de Enrique, de Ico... Y también de Luis Pardo, de Pepe Miras... Han dado su vida por la hermandad cuando era necesario. No hay que perder el norte dentro de la hermandad, una hermandad que se reorganizó, se destruyó entera en un incendio y se reconstruyó. Más que de apellidos, esto va de personas que incluso en el peor momento con el incendio, sacaron una hermandad adelante. Más que vértigo, un aprendizaje de cada uno de ellos.
- Irás a los primeros plenarios como hermano mayor a la Agrupación. ¿Cómo está la Semana Santa de Almería?
Siempre he sido muy crítico analizando la realidad de nuestra Semana Santa y venimos de unos años muy inestables en los plenarios de la Agrupación. Las cosas no están yendo bien y no me refiero a que la gestión sea mejor o peor, sino a que no conseguimos un punto de encuentro, una estabilidad. Todo es un problema. Y lo vimos en las últimas elecciones, que con un solo candidato estuvimos a punto de tener un segunda vuelta. Todos tenemos que sentarnos y reflexionar. Si queremos que esto siga creciendo necesitamos el esfuerzo de todos. Hay que ser personas que se vistan por los pies y decir lo que pensamos. Y entre todos hay un punto de encuentro, seguro. Y a lo mejor nos va un poco mejor a todos.
Consulte el artículo online actualizado en nuestra página web:
https://www.lavozdealmeria.com/noticia/284/el-contador-cofrade/284042/el-prendimiento-ha-conseguido-hitos-destacables-pero-queda-mucho-por-recorrer