Recorrer uno de los pueblos más bonitos por su vía verde

Se extiende a lo largo de un antiguo trazado ferroviario, perfecto para disfrutar del deporte

Vía verde de Lucainena de las Torres.
Vía verde de Lucainena de las Torres. La Voz
La Voz
07:00 • 16 oct. 2020

Descubrir el interior de Almería es sumergirse en un mundo de historia y naturaleza maravilloso. Los atractivos turísticos de Lucainena de las Torres son múltiples. No hay que olvidar que forma parte de ‘Los pueblos más bonitos de España’ y que méritos para ello le sobran. Hasta este pueblo llegan continuamente visitantes interesados en conocer su arquitectura, su patrimonio y su entorno natural.



Para ello ofrece Lucainena de las Torres interesantes opciones como los distintos senderos, los históricos hornos de calcinación o su lavadero público que fue restaurado. Pero si hay algo que destaca es la Vía Verde de Lucainena de las Torres. Son miles y miles las personas que las han recorrido, dejándose conquistar por sus maravillas naturales. Y cada vez son más los que se adentran en sus encantos.



Lucainena de las Torres es sin lugar a duda un sitio que merece la pena conocer. Son muchos los puntos de interés turísticos con los que cuenta. Como un simple paseo por sus calles hasta los antiguos hornos de calcinación, que son el fiel reflejo de su pasado minero; o la Iglesia Parroquial en honor a la Virgen de Monte Sión, entre otros muchos.



Pero sin duda, uno de los mayores atractivos de Lucainena es su Vía Verde, antiguo trazado ferroviario que hoy se ha convertido en uno de los itinerarios más auténticos por el interior almeriense.La Vía Verde de Lucainena arranca próxima al antiguo edificio de la compañía minera, destinado desde 1943 como escuela y que está situada en el casco urbano del municipio. Desde el comienzo de este recorrido, se puede disfrutar de increíbles panorámicas, cortijadas añejas, parcelas de almendros y una interesante trinchera ferroviaria.



Aproximadamente en el kilómetro 3 de la vía, la plataforma se convierte en un balcón a la rambla de Lucainena, desde donde se pueden ver numerosos paisajes. Ya en el kilómetro 5, los aventureros podrán ver la rambla de Morales e incluso las ruinas de un viejo molino de agua sobre el Cortijo de las Tejas. Lucainena  es un auténtico privilegio para los sentidos, imposible de olvidar para los amantes de la naturaleza.






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